El acto de firma del acuerdo de reindustrialización de la comarca de Lloseta contó ayer con unos visitantes inesperados. Varias decenas de trabajadores de la central térmica de Es Murterar recibieron a la ministra de Industria, Reyes Maroto, con una sonora pitada en el exterior del ayuntamiento de Lloseta para visibilizar su malestar por el futuro incierto que les espera debido a la amenaza de cierre parcial que pesa sobre la instalación eléctrica ubicada en Alcúdia.

El presidente del comité de empresa de la central térmica, José Antonio Marí, explicó que los trabajadores quisieron "aprovechar" la presencia de la ministra para "lograr una mayor difusión de nuestro problema".

La plantilla no oculta su malestar por la "inacción" de la administración para mantener la actividad de la planta, lo que "creará un problema grave de suministro energético" en la isla. "Dicen que hablan y negocian, pero no han hecho nada, el Ministerio no ha aceptado las inversiones propuestas por la empresa", lamentó Marí. El objetivo del comité es "presionar" a la administración para que "adopte una decisión" ante el posible cierre de los grupos 1 y 2 de la central térmica que la compañía Endesa ha solicitado formalmente al Govern.