Entre las muestras en las que ha participado Felip Caldés destacan las de la galería La Girafe, en Berlín, la galería Mediterránea, en Palma y la galería Joan Melià, en Alcúdia. También ha expuesto en el Espai art 32, en Pollença, y en la Sala d'Exposicions Municipal de Formentera. Entre las colectivas figuran la de CCCB de Barcelona y las Ferias de Arte en Madrid y en Bulgaria.
¿De dónde le viene esa vena de artista?
La verdad es que no lo sé, pero me parece que se nace siendo artista. Por alguna razón me siento abocado al arte como manifestación vital. Es algo curioso, pero cuando estudiaba en Palma, aprovechaba los momentos de ocio para ir a pasar horas ante una exposición de cualquiera de las artes artísticas. El arte siempre me ha revelado cosas. Me hace pensar. Me mueve el afán por crear y plasmar alguna idea en materia.
¿Estudió en algún lugar para aprender la técnica?
No exactamente, se podría decir que soy autodidacta en el mundo del arte. Estudié la diplomatura de Turismo y me puse a trabajar en un hotel, pero como siempre he tenido interés por la cocina, entendida como un arte, me dediqué a dar clases de cocina en una escuela de formación profesional. Sin embargo, siempre he tenido inquietud por aprender y una temporada me dedicaba a conocer los pintores de la Escuela Pollencina y otra me dedicaba, por ejemplo, a estudiar a Joan Miró o a Pablo Picasso.
¿Cuándo empezó a crear?
Cuando trabajaba en el hotel disponía de cuatro o cinco meses al año y ya intentaba hacer cosas, hasta que un amigo y vecino, Joan Melià, me enseñó la técnica del monotipo y del grabado calcográfico. No me conformé con esto y me apuntaba a realizar todo tipo de talleres y cursos. Recuerdo que realicé uno con Josep Maria Alaminos, de Alcúdia, que fue muy interesante. Asistí también a un taller de técnicas aditivas, dirigido por la pintora Mercedes Laguens en la UIB. Un verano me apunté a un taller en la Fundació Joan Miró, donde terminé de perfeccionar la técnica del grabado calcográfico sobre cobre. Recuerdo que tuve la oportunidad de aprender de Jordi Roses y, sobre todo, de Joan Barberà, que fue grabador junto a Joan Miró. Allí conseguí un decisivo salto en mi carrera en el perfeccionamiento de la técnica de estampar y hacer una tirada más seria.
Después llegaron las exposiciones.
Sí, la primera fue una exposición de monotipos en la Fundació Can Torró de Alcúdia, para después pasarme a la pintura sobre telas y madera, experimentando con la técnica mixta, acrílicos?
¿Una exposición que nunca olvidará?
Una colectiva en la Atalaya de Albercutx, en septiembre de 2004. Un lugar emblemático en que los participantes y la presencia de la niebla conformaron una exposición original, sobrecogedora, emotiva e inolvidable. No obstante, el tiempo y la espesa niebla nos provocó un desagradable incidente: el robo de una importante obra de arte de Diego Delgado que aún no ha aparecido. El año siguiente se repitió el encuentro con las mismas expectativas.
¿Qué temas le interesaban en su obra?
Un poco de todo. Hice una serie de motivos de Alcúdia cuando residía allí. Esto siempre ha ido de la mano con mis experiencias vitales. Tocaba temas de arquitectura, el minimalismo siempre me ha interesado mucho, al igual que la geometría. Tuve la oportunidad de viajar a Marruecos, donde intenté plasmar la geometría del Magreb, la combinación de colores. En particular, me impactaron Fez y Marrakech. Otros motivos que han sido objeto de mi obra pictórica son los utensilios arcaicos de cocina. Una estancia inolvidable en Formentera me impulsó a pintar bicicletas de todo tipo. Todo en un sentido transversal.
¿Ha experimentado con otras artes además de la pictórica?
He trabajado cerámica y he pintado las piedras con motivos ancestrales; esculturas en restos que ha vomitado el mar. He trabajado la pintura acrílica, al óleo y otras técnicas aditivas.
¿Qué artistas han sido sus referentes?
Entre otros, y que ahora recuerde, están Paul Klee, Dubuffe, Mark Rothko, Jackson Pollock, Anselm Kiefer, Joan Hernández Pijuan, Lucio Fontana, Joan Miró, Joan Barbarà y Miquel Barceló.
¿Proyectos a corto plazo?
Ahora mismo estoy haciendo el escapulario de las fiestas de Sant Antoni de sa Pobla. Representa todo un honor y un orgullo para mí que este año Ferran Pizà y la asociación Es Grif hayan pensado en mí para hacer el escapulario. Además de prestar un servicio a mi pueblo, estoy muy contento de poder colaborar con este tipo de actos solidarios, ya que la cantidad recaudada será para la misma asociación.
¿Otros planes futuros?
Junto con unos amigos de Maria de la Salut estamos organizando una exposición individual en una sala de Berlín para este próximo verano.
