Las obras de reforma del emblemático edificio de la vieja pescadería de Pollença se toparon hace unos días con un contratiempo no previsto: el hallazgo de vestigios arqueológicos de época islámica. Un descubrimiento que, de momento, ha obligado a paralizar el proyecto y que está a la espera de un análisis en profundidad para conocer más detalles y determinar si el proyecto de ejecución sigue siendo válido o bien deberá modificarse para ser adaptado a la nueva situación.

El regidor de Urbanismo de Pollença, Tomeu Cifre (Junts Avançam) ha confirmado este martses el hallazgo de los restos arqueológicos. De momento, han aparecido fragmentos de cerámica de la época islámica, parte de un piso de la misma época con una extensión de cuatro por cuatro metros cuadrados y varias acequias de piedra que posiblemente son más modernas.

Los vestigios históricos se han encontrado en el subsuelo del antiguo cuartel de la Policía Local anexo al edificio de la pescadería y que también forma parte del proyecto de reforma. Todavía podrían aparecer más restos, ya que falta por excavar toda la parte inferior de la antigua 'peixateria' municipal.

El descubrimiento se produjo a finales de la pasada semana. El regidor explica que el Ayuntamiento contrató una arqueóloga para hacer un seguimiento de las obras del histórico edificio ubicado en la Plaça Major, a pesar de no ser obligatorio porque el catálogo patrimonial del centro histórico, que incluye el requisito de realizar controles arqueológicos en todas las obras que se lleven a cabo en el centro histórico de la localidad, todavía no ha sido aprobado definitivamente.

Una vez encontrados los restos islámicos, la arqueóloga instó al Ayuntamiento a informar de ello al Consell de Mallorca, que deberá realizar una inspección más profunda del lugar y también redactar un proyecto de intervención arqueológica. De momento se desconoce si el hallazgo implicará una modificación del proyecto de ejecución de la reforma de la pescadería. Lo que sí es seguro es que ya no se cumplirán los plazos de un proyecto de ejecución que ya acumulaba un ligero retraso con respecto a las previsiones iniciales.

Las obras se iniciaron a mediados de octubre y estaba previsto que finalizasen durante la próxima primavera. El coste es de unos 220.000 euros, aproximadamente.