Siete pueblos de la isla colocaron ayer las llamadas piedras de la memoria en recuerdo de los alcaldes republicanos represaliados por el fascismo. Los actos se iniciaron en Alaró, donde se rindió homenaje al alcalde Pere Rosselló (Sa Maquineta), cuya piedra conmemorativa se ha instalado en la Calle Barbut, 9, donde residió, con la asistencia de su nieta Catalina Rosselló Verd.

Posteriormente la comitiva paró en el pueblo de Consell, donde se tributó el homenaje al alcalde Josep Pizà Moyà en la misma puerta del Ayuntamiento, asistiendo al acto sus nietas Maria Cerdà Pizà y Maria Vich Pizà y su bisnieto Tomeu Vich Colom.

La siguiente parada fue en Mancor de la Vall, cuya placa recordatoria del alcalde republicano Pau Crespí Villalonga se instaló en la plaza del consistorio, asistiendo en representación familiar sus resobrinos Miquela Crespí Sánchez y Paco Crespí Sánchez. En Búger, el homenajeado era el alcalde Joan Alemany Villalonga, del que actualmente se buscan sus restos en el cementerio de Santa Maria.

La comitiva finalizó el recorrido matutino en Costitx, colocándose la última piedra de la mañana enfrente del Consistorio como homenaje a Pere Vallespir Amengual, alcalde represaliado por sus ideas en el año 1936.

Por la tarde se hizo lo propio en Algaida, donde se instaló una placa en memoria del alcalde Pere Llull Fullana, y Montuïri, donde se homenajeó a Joan Mas Verd y Gaspar Mesquida Serra.

En cada una de las localidades el proceso de colocación de las piedras conmemorativas fue similar. Los representantes de Memoria històrica acompañaron al artista alemán creador del proyecto, Gunter Demnig, para que este instalara la piedra de la memoria (Remembrance Stones) en el lugar elegido por el consistorio.

El pasado fin de semana se instalaron las primeras piedras en Porreres (en memoria del alcalde republicano Climent Garau Joan); Inca, donde se homenajeó al alcalde Antoni Mateu Ferrer; y Pollença, donde el recuerdo fue para Pere Càneves Salas.