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Alejandra Araya: "La sobreocupación del espacio público en Santanyí entorpece al peatón y su movilidad"

"El peatón es fundamental para la aparición del comercio de proximidad. Si desaparece también lo hace la oferta"

Araya frente a s'Abeurador, edificio donde el ayuntamiento de Santanyí proyecta el centro dedicado al artista Plessi.

P ¿Por qué en Santanyí

R La falta de normativa es producto de lo que en economía se llama 'dejar hacer'. Eso hace que se permitan determinadas prácticas para beneficiar una actividad económica que en su funcionamiento autorregulará la situación. En nuestro caso esta autorregulación no ocurre y no se tienen en cuenta las repercusiones que pueda tener sobre quienes utilizan la vía pública para socializar: ancianos y niños.

Estamos viendo cómo hay un olvido sistemático de los políticos por las cosas esenciales: cuidar nuestra calidad de vida y especialmente la de los más vulnerables. Desde un punto de vista normativo tanto la Carta Europea de los derechos del Peatón como la ley de accesibilidad universal sufren continuas vulneraciones.

P ¿En qué grado afecta eso a la movilidad del viandante?

R La sobreocupación del espacio público entorpece al peatón. Es complicado ir esquivando cosas, especialmente si vamos con niños pequeños, carritos, andadores o bastón. Pero también se resienten las actividades de permanencia, juego, encuentro... que son actividades que realiza el peatón y a las que tiene derecho. Existen casos donde hay que estar bajando y subiendo bordillos, pasando entre estrechos pasillos generados por mobiliario de terrazas... Las implicaciones que esto tiene es que al final ir a pie o pasar un rato en la calle se nos pone complicado e incómodo y así, atravesar el pueblo se hace difícil.

Hay que pensar también que el tráfico es otro impedimento en pueblos con aceras casi impracticables. Entonces el peatón local decide coger el coche y desaparece del escenario como tal, generándose un vaciado de la calle. Esto tiene nefastas consecuencias, ya que la movilidad del peatón es fundamental para la aparición de comercio de proximidad de todo el año, porque cuando él desaparece, también lo hace la oferta dedicada al vecino. Además el peatón garantiza los 'ojos en la calle', que garantizan la seguridad de la comunidad.

P ¿Qué le falta al municipio para ser seguro para el peatón?

R Una excelente medida fue la decisión de la regidora de Policía de rebajar la velocidad a 30 kilómetros por hora en Santanyí pueblo, lo cual reduce sustancialmente la probabilidad de morir por heridas de atropello, genera una sensación de mayor calma y seguridad. Pero debe ir acompañada de controles para que sea de cumplimiento real. Pero la restricción no es para todas las calles ya que la competencia de determinados tramos pertenece al Consell de Mallorca, a 40 kilómetros por hora. El Consell no tiene una perspectiva de peatón, y esto debería cambiar.

Además, hay que extremar la precaución cuando caminamos por los pueblos donde las aceras son una anécdota. Tengamos en cuenta que cuando se fundan los pueblos, las calles son para las personas y las bestias, son calles de convivencia. Luego su uso cambió radicalmente y se desplazó al que camina contra los muros. A pesar de este problema estructural de no tener aceras, esto se podría solucionar con plataformas únicas de uso compartido y de prioridad peatonal en núcleo urbano. A su vez es necesario crear itinerarios peatonales y no islas para los peatones. Estos itinerarios nos podrían abrir un acceso fácil y seguro a los lugares verdes del entorno para realizar ejercicio, caminar con la familia...

P ¿Cómo nació Vianants Santanyí y con qué propósito?

R Nacimos paralelamente a la asociación Vianants en Lluita, como plataforma local adherida. El objetivo principal es conseguir orden en las calles en beneficio de las personas que caminan, más espacio, seguridad... fer poble. La calle como lugar donde el pasado se encuentra con el presente y futuro. Si los niños y niñas no tienen contacto con las calles de su pueblo y su gente, es más complicado su futuro como comunidad. Los peatones no nos sentimos escuchados todavía.

P S'Abeurador, un edificio en pleno centro, será un nuevo espacio artístico. ¿Era necesario?

R Creemos que el pueblo ya cuenta con un número suficiente de salas públicas para realizar exposiciones, como la Casa de Cultura y la sala del Ayuntamiento o para conferencias como el Teatro Principal. Desde nuestro punto de vista, es una forma de desperdiciar la oportunidad de tener un espacio dentro del pueblo, para uso y disfrute de los vecinos, como tienen todos los municipios. Un espacio de fácil acceso a pie, central desde un punto de vista urbanístico, que generaría movimiento de gente, por ejemplo un espacio multifuncional, polifacético donde poder leer el periódico, utilizar ordenadores, hacer clases de baile, etc. O ser una nueva biblioteca. Es una oportunidad para atraer personas o crear nuevas oportunidades de negocio, porque el pequeño comercio de proximidad va dirigido al vecino que camina.

P ¿Al municipio de Santanyí le falta espacio peatonal?

R Como le decía anteriormente, no se trata de generar 'islas peatonales' sino recorridos que permitan una movilidad cómoda y segura por todo el núcleo urbano. Es lo que se llama permeabilidad. Las medidas que favorecen la movilidad peatonal sirven para estimular el fomento del juego y la estadía en las calles. Para ello es fundamental pacificarlas y realizar cambios estructurales que garanticen ese calmado del tráfico.

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