Estas navidades el emblemático belén que representa el pueblo de Maria de la Salut, creado por el maestro belenista local Nadal J. Ferriol Negre, llega al Consell de Mallorca. Un premio a una auténtica obra de arte que nació en 2014 en el primer piso del café de Can Tomeu en la plaza des Pou de Maria. El nacimiento reproduce fielmente los lugares y edificios más representativos del pueblo y cada año incorpora uno nuevo.
El autor de la obra, que forma parte de la asociación Betlemistes de Mallorca, participó el año pasado en el Belén que dicha asociación montó en Cort, con una reproducción del Molí d'en Sans, situado en el Pla de Sant Jordi. Ferriol es también el encargado del belén que se monta anualmente en la iglesia. "Llevo años realizando belenes pero esta Navidad he tenido la oportunidad de realizar el montaje de uno de ellos en una ubicación que ha permitido que los visitantes puedan apreciar con detalle todas las construcciones, el disponer de un espacio de 50 metros cuadrados te da mucho juego para realizar tu obra", explica Ferriol.
Al año siguiente, también en Can Tomeu, el maestro incorporó la maqueta de uno de los edificios que para él es de los más importantes del municipio, se trata de la escuela D'Alt que fue construida en tiempos de la segunda república y era conocida como l'escola dels nins. "Es un edificio por el que han pasado muchos mariandos, espero que a más de uno le recuerde su infancia", comenta el autor.
A finales de septiembre de aquel año (2015) comenzó a confeccionar las pequeñas tejas de la cubierta del edificio, "en un principio elaboré 4.300 pero no me bastaron y finalmente acabé colocando unas 5.500 tejas. Acabado el trabajo del tejado pude empezar con la construcción de la estructura. Puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que la construcción de la maqueta del edificio escolar me ha costado unos dos meses de trabajo", dijo entonces.
Al año siguiente, el belén se trasladó a la capilla de Ca ses Monges, en la calle Sant Miquel. En esta oportunidad el artista construyó dos nuevos elementos que realzan más este importante trabajo, en primer lugar un establo situado entre las calles Quintana y Ramon Llull, que era propiedad del capellán Jordà. En segundo lugar, el edificio de Can Gaspar, situado en la plaza d'Alt.
