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El comité de Cemex sospecha que el ERE afectará al 90% de la plantilla

Los trabajadores esperan que la multinacional presente el expediente a principios de enero

Imagen de la pasada manifestación de trabajadores de la fábrica de Lloseta. j. frau

El comité de empresa de la fábrica de cemento de Lloseta, propiedad de la multinacional Cemex, sospecha que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentará la empresa afectará a la mayoría de trabajadores de la factoría llosetina, hasta el punto de que podría alcanzar al 90% de la plantilla, según apuntó ayer el presidente del comité, Vicenç Villalonga.

Los trabajadores mantienen pocas esperanzas de que la ronda de negociaciones abierta hace un mes, cuando la empresa comunicó que aplazaba la presentación del ERE para abrir una serie de contactos, sirva para conservar sus puestos de trabajo en la fábrica. En principio, esperan que la empresa les convoque a principios de enero, concretamente entre los días 7 y 9 del primer mes del año, para presentar el expediente que permitirá conocer el futuro inmediato de los trabajadores.

Según explican, las negociaciones periódicas que se producen entre la administración y la empresa se centran en la puesta en marcha de algunos proyectos que permitirían recolocar personal, aunque por ahora no ha trascendido el contenido de los planes ni cuantos trabajadores podrían ser recolocados en otros proyectos vinculados a la factoría de Lloseta que no estén relacionados con la fabricación de cemento. "No quieren interferencias", lamentan los trabajadores para justificar la falta de concreción por parte de la administración sobre las propuestas que se han puesto sobre la mesa negociadora estas semanas. En principio, el próximo día 12 de diciembre está prevista una reunión en Madrid centrada únicamente en la situación de la fábrica de Lloseta, planta sobre la que, junto a la de Gádor (Almería), pesa la amenaza del cierre.

El comité de empresa señala que de los 104 trabajadores de la fábrica, cuatro de ellos ya han finalizado sus contratos eventuales. Y del centenar de operarios restante, solo serían necesarios quince de ellos (entre comerciales y personal de logística) si finalmente se confirma el plan de la multinacional Cemex de finalizar la fabricación de cemento para transformar la central de Lloseta en un centro únicamente destinado al almacenaje y la distribución de género importado de otras zonas.

Hormigón

La propuesta hecha pública hace unos días por el ministerio de Industria para construir las carreteras con hormigón con el objetivo de duplicar el consumo de cemento en los próximos cuatro años no convence a la plantilla de la fábrica de Lloseta.

"No nos va a favorecer", sostiene Vicenç Villalonga. "En España hay una capacidad para producir 60 millones de toneladas de cemento cada año, pero actualmente el consumo está por debajo de los 15 millones de toneladas anuales; el objetivo del Ministerio es alcanzar los 30 millones al año en 2022, pero todavía faltarían 30 millones para llegar a los 60 que se pueden producir en el país", comenta. Esta circunstancia les hace pensar que fábricas como las de Lloseta o Gádor ya no serían necesarias. "Después de estas dos, otras factorías anunciarán su cierre, y ellos lo saben", concluye. Además, hay mucha competencia en la producción de hormigón. "Solo en Balears hay 20 plantas que lo fabrican", destaca.

A la espera de que se aclare su futuro inmediato, la fábrica de Lloseta sigue produciendo cemento porque todavía dispone de unas 5.000 toneladas de la materia prima necesaria para su fabricación. "En principio, tenemos material suficiente para trabajar unos quince días más, después ya entraremos de lleno en el proceso de negociación del ERE".

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