La dirección de proyecto para desarrollar el parque fotovoltaico de Santa Cirga (finca situada entre Manacor y Porto Cristo), anunciaron ayer a este periódico la renuncia definitiva de los promotores ante la dirección general de Energía del promotores Govern.

Los problemas con la propiedad de los terrenos, adelantadas ya por Diario de Mallorca a principios de noviembre, y la imposibilidad de adquisición de parte de la finca para poder llevar a cabo el proyecto como alternativa, "han hecho que sea imposible seguir adelante con el parque, por lo que la renuncia ya es oficial", explica José Antonio Pérez, director de desarrollo de KS Management, vinculada a Parc Fotovoltàic Santa Cirga SL.

La empresa encargada de la instalación solar más grande de Mallorca, de 56 hectáreas de superficie y 49,48 megavatios de potencia y que debía haber empezado con las obras a principios de 2018, admite que no ha habido "posibilidad de acuerdo con la propiedad" y que "el tema se ha acabado".

Todo ello llega en un momento en que la promotora ya solamente estaba pendiente de pedir la utilidad pública para empezar, lo que se alargó más de lo previsto por la negativa de la propiedad, tras un primer acuerdo de alquiler hace más de cuatro años.

"El 50% de la propiedad de Santa Cirga no estaba de acuerdo con la instalación", apunta Pérez, que dice que no es cierto que dentro del acuerdo inicial hubiera ninguna opción de compra por parte de la promotora, sino que se tanteó la posibilidad de comprar parte de los terrenos posteriormente.

Acaba así casi un lustro de polémicas, críticas vecinales y ecologistas que, aunque sesgadas también han ido erosionando el desarrollo del parque fotovoltaico de Manacor, que iba a situarse en una de las possessions más emblemáticas del municipio, lugar de nacimiento del filólogo Antoni Maria Alcover y propiedad de la familia March. Aunque nunca llegó a contar con la oposición frontal del Ayuntamiento, quien siempre dejó en manos de sus técnicos cualquier decisión al respecto.

Compromiso ante notario

Como ya avanzó este periódico, los descendientes del banquero Juan March Ordinas que controlan la sociedad propietaria de los terrenos, Agrogestión S.A., ya no querían que la explotación energética se situara en su finca.

Ya en junio, los dos copropietarios de Santa Cirga se dirigieron a un notario madrileño para comprometen a no implantar la instalación sobre la Finca Santa Sirga y Son Crespí Nou.

El documento notarial establece que la oposición al parque fotovoltaico solo podría ser reversible "con el acuerdo unánime" de los dos accionistas: Leonor March (nieta de Juan March) y Álvaro Chico de Guzmán, que se reparten los terrenos prácticamente al cincuenta por ciento, aunque la abuela ejerce de administradora única de Agrogestión S.A.

Tres en trámite en Manacor

En estos momentos, tras la caída del proyecto de Santa Cirga, existen tres parques solares de pequeñas dimensiones en trámite dentro del término municipal de Manacor: Son Pere Andreu, Son Manteta y Son Moix. Cada uno de ellos ocupa algo menos de 40.000 metros cuadrados y en total suman una potencia de unos 10 Mw.

Según sus promotores (de origen alemán), los parques mantendrán la tipología de las fincas, en lugares discretos y manteniendo la actividad agraria en todo lo posible. A día de hoy entre Mallorca e Eivissa hay más de diecisiete parques fotovoltaicos , y se espera que el Govern haya otorgado la declaración de utilidad pública para todos ellos antes de las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo.