La presión turística se manifiesta en varios parámetros, como el consumo de agua, el tráfico en las carreteras de la isla, el aumento generalizado de precios y, sin duda, la basura generada. De ello, es un buen ejemplo el caso de Calvià, municipio turístico por excelencia.

El año pasado, en que la temporada fue de récord, cada habitante de este término generó al día una media de 3,3 kilos de basura; una proporción que prácticamente duplica la media insular, en torno a 1,8 kilos por ciudadano. Así consta en la información contenida en el plan de prevención y gestión de residuos de Calvià, que se aprobó inicialmente en el pasado pleno municipal.

"Contrariamente a lo que cabría esperar, se observa cómo en 2017 la población baja y la producción de residuos se incrementa. Esto es debido a la gran presión turística que tiene el municipio", argumenta la empresa municipal Calvià 2000 en el mencionado plan.

La dicotomía entre temporada alta y baja se evidencia si se toma como referencia el pasado mes de diciembre, con nula actividad turística. En este caso, Calvià registró una media de 1,8 kilos por ciudadano al día, unos parámetros más acordes con los otros municipios de la isla. Con la puesta en marcha de este plan de gestión de residuos, la administración se marca como objetivo reducir la generación de residuos de cara a 2020, para alcanzar una cifra de 2,5 kilos por habitante, teniendo en cuenta siempre la numerosa población flotante que llega al municipio cada verano.

Ante este escenario, Calvià 2000 se marca varias líneas de actuación, que pasan por potenciar el consumo responsable, fomentar las actuaciones de reutilización e incrementar la implicación de todos los agentes sociales y económicos.