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La antigua fortaleza del Puig de sa Mola será investigada y rehabilitada

Un acuerdo entre el Ayuntamiento y la propiedad contempla actuaciones para los próximos cinco años

Imagen de los restos arqueológicos que se investigarán y se reformarán en Alaró. silis campins

El pasado miércoles se firmó un convenio de colaboración entre el ayuntamiento de Alaró que permitirá iniciar actividades de investigación arqueológica de la fortificación declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) que se encuentra en la cima de la citada finca de Alaró.

Este acuerdo permitirá la puesta en marcha de diferentes tareas durante un mínimo de cinco años en el entorno del yacimiento, así como la iniciativa de poner en valor y preservar los muros y los restos arqueológicos.

Según el arqueólogo Javier Aramburu-Zabala, tal y como queda recogido en el informe, "el objeto de este trabajo es el estudio de dos fortificaciones tardorromanas situadas en el municipio de Alaró; se trata de los únicos ejemplos hasta ahora conocidos de este tipo de asentamientos defensivos en la isla".

La preservación, investigación y difusión del patrimonio local ha sido posible gracias al trabajo del ayuntamiento de Alaró, los propietarios de la finca y la implicación del arqueólogo alaroner Biel Llodrà. Este convenio se suma al programa general de recuperación y difusión del patrimonio municipal, en el que figuran la colaboración con los campos de trabajo del castillo de Alaró, el seguimiento arqueológico de la plaza Cabrit i Bassa y las visitas organizadas en diferentes yacimientos de la localidad. El Ayuntamiento ha aportado la financiación para la redacción y tramitación de un primer proyecto de topografía e investigación.

Además de los restos tardorromanos, en la Peña de Sa Bastida se levantó una fortificación, poco después de ser conquistada la isla por los catalanes en el siglo XIII, de la que quedan las murallas y aljibes.

Biel Llodrá, arqueólogo, explica que "a día de hoy, se intuye a partir de los restos de la fortificación tardo antigua y de los materiales superficiales que el asentamiento fue aparentemente ocupado entre los siglos IV y VII después de Cristo, siendo de una antigüedad ligeramente anterior a los hallazgos realizados hasta el momento en el castillo de Alaró; aún así, se trabaja desde la hipótesis hasta que se inicien los proyectos de investigación".

Por su parte, Aina Sastre, regidora de Cultura, ha añadido que "la investigación se está iniciando, deseamos que a través de este convenio y con la colaboración de diferentes administraciones se pueda obtener un conocimiento más profundo y preciso de la historia de nuestro pueblo".

Si se confirma la cronología que calculan los arqueólogos, se trataría de la fortificación tardorromana mejor conservada de Balears, ya que presenta muros y depósitos hidráulicos de esta tipología desde 4,5 metros de altitud, así como un espacio con numerosos restos aparentemente en buen estado de preservación.

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