En esta guerra, no vuelan las balas, sino las pullas. Y no hay bajas, sino más bien orgullos heridos si uno tiene la piel muy fina ante la chanza ajena. En el centro de la batalla, una vez más, Magaluf, fiel a su papel de eterno protagonista mediático. Y eso que el verano ya pasó.

La célebre (para bien y para mal) localidad calvianera ha sido utilizada en el duelo dialéctico en las redes sociales a propósito de otro tema de debate perpetuo -el estatus de Gibraltar-, que ha sido objeto de duras negociaciones en pleno trauma del Brexit.

El detonante han sido comentarios ampliamente difundidos en las redes sociales como el de la periodista británica Julia Macfarlane, que, ante la amenaza del Gobierno español de bloquear el proceso del Brexit por el Peñón, publicó un tuit ironizando con la capacidad bélica de los españoles.

"Si vamos a hacer la guerra contra España, deberíamos hacerlo a primera hora de la tarde cuando ellos están haciendo la siesta", escribió la semana pasada, generando a continuación un oleada de respuestas en la red, entre las que la ironía fue la nota predominante.

"Estamos tranquilos. Nuestros balcones y piscinas se encargarán de vosotros", le respondió directamente en inglés el conocido humorista Goyo Jiménez, famoso por sus monólogos en 'El Club de la comedia'.

Un comentario seguido a continuación por otros tuiteros, como 'Fríoacero', que adjuntaron montajes con la nueva arma de combate del Ejército español: "El balcón móvil de combate 'Balconeitor 3000' del batallón 'Magaluf' está listo para el enfrentamiento".

Las alusiones a Magaluf se multiplicaron en este guerra de ingenio a cuenta del futuro de Gibraltar. Con el acompañamiento de un grupo de cuatro fotos de británicos tomando cerveza y desfasándose en Punta Ballena, el usuario 'Casta Ñuela': "Si vamos a la guerra contra los británicos, nosotros deberíamos hacerlo por la mañana, por la tarde o por la noche, cuando todos ellos están borrachos".

El popular semanario satírico El Jueves se sumó al debate con la difusión de una noticia inventada según la cual Inglaterra aceptaría ceder Gibraltar a España a cambio de la localidad turística. "Perder Magaluf supondría un descalabro para la natalidad, el presupuesto de las destilerías y los traficantes de hígados en el Reino Unido", bromeaba la revista.