En los últimos años, han proliferado iniciativas de los ayuntamiento para limitar la masificación de vehículos en determinados puntos del litoral mallorquín. Esto ha conducido a medidas como aplicar un sistema de buses lanzadera, como ha sucedido en los casos de Ses Covetes o Cala s'Almonia (Santanyí), con el objetivo de que no hubiera una congestión de vehículos en primera línea. En el municipio de Pollença, se limitó el acceso con coche al faro de Formentor desde las 9.30 a las 19 horas. Sólo se puede llegar en verano a este punto emblemático de la Mallorca de postal turística con un bus lanzadera. Otras recetas para regular el flujo masivo de coches en verano pasa en otros casos por introducir nuevas zonas de pago para el aparcamiento, como en los casos de Cala Tuent y el Port de sa Calobra.