El ayuntamiento de Manacor ha puesto en marcha el proceso de licitación para la demolición de parte de las dos plantas superiores de los aparcamientos del Principal, situados en la calle de la Amistat. De esta manera el consistorio ejecuta la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), que es inapelable. La decisión judicial obliga al consistorio a eliminar la azotea, el tercer piso y parte de la primera y de la segunda planta del edificio.

"Desde el Ayuntamiento tenemos que respetar y hacer cumplir las decisiones judiciales, nuestra intención y nuestro deber como gestores públicos es poner orden en el urbanismo manacorí, y por ello ponemos en marcha el proceso que acabará con la demolición de parte del edificio de aparcamientos, una obra que según el proyecto redactado por el consistorio estará lista en poco más de cuatro meses", ha explicado la alcaldesa de Manacor, Catalina Riera (El Pi).

Desde la corporación municipal han recordado que "los jueces sentenciaron que la licencia que se dio en 1990 para ampliar el aparcamiento no era correcta; nosotros hemos heredado este problema y ahora nuestro deber es restablecer la legalidad y corregir los errores que se cometieron hace más de veinte años", ha añadido la alcaldesa.

El TSJB dictó sentencia en marzo del 2014, una decisión que es inapelable, e implica que se deberá eliminar la azotea y los aparcamientos del tercer piso. Además, se deberá quitar una parte del resto de pisos y reconfigurar las instalaciones, parte de los ascensores y de las rampas de acceso.

Acuerdos con los propietarios

Desde el Ayuntamiento "queremos plantear a los propietarios de los aparcamientos, una solución negociada para poner punto final a este conflicto urbanístico que arrastramos desde hace más de veinte años", ha informado Riera. Así "estudiamos la posibilidad de ofrecer a los propietarios afectados temporalmente por la demolición, que puedan utilizar una parte de los aparcamientos públicos de na Camel·la y de la plaza de Sant Jaume durante el tiempo que se ejecuten las obras".

En este sentido la alcaldesa ha añadido que "queremos reunirnos con los representantes de los propietarios de los aparcamientos, para plantearles estas cuestiones y explicarles de primera mano cuál es la situación, además de indicarles todos los pasos que queremos seguir para poder llegar a una situación negociada, que permita cerrar definitivamente este capítulo sin que ninguna de las partes afectadas se sienta perjudicada respecto a la otra".

Problema heredado

El problema arranca en 1969 cuando, demolido el antiguo Teatro Principal, los propietarios solicitaron al Consistorio una licencia de obras para construir tres plantas de aparcamientos subterráneos y cuatro en superficie. Diversos problemas económicos obligaron a parar a medio camino. Mientras, en 1980, la Sala aprobaba unas nuevas normas urbanísticas que limitaban a dos las alturas del crecimiento de fincas de la calle Amistat, donde se sitúa el parking. En 1990, el grupo de inversores pidió al por entonces consistorio permiso para finalizar el proyecto redactado veinte años atrás. No hubo impedimentos y los aparcamientos concluyeron.

Pero entre tanto, una vecina afectada por los ruidos y la falta de luz por el crecimiento del inmueble, denunció al Ayuntamiento por la concesión ilegal de la nueva licencia. Y ahí empezó todo.