La Fira de l'Oliva de Caimari de este año resultó un gran éxito de participación pero algunos de los vendedores destacaron que disponían de poco producto. Es el caso de Joan Bernat, productor local, quien señaló que "por fortuna la Fira de l'Oliva se celebra casi a comienzo de temporada y disponemos de un buen stock recogido este año. No obstante, creo que nos costará llegar a final de año puesto que hemos logrado recolectar un 10% de lo que hicimos el año pasado".

Ayer, los puestos de venta de olivas ofrecían el producto de este año a unos cinco euros el kilo en crudo. Eran olivas para que los propios clientes pudieran 'trencar' y salar en su casa.

La mallorquina 'trencada' se vendió a una media de unos ocho euros el kilo.

La principal novedad de este año en la feria tuvo lugar en la modificación de horarios. Desde hacía años se montaba el viernes por la tarde.

Antoni Daniel Frontera, alcalde de Selva, señala que "recogimos muchas quejas de vendedores que aducían un exceso de coste pues debían contratar personal para una tarde extra en la que realmente apenas había venta. Por ello decidimos que la feria se hiciera sólo el sábado y el domingo".

No obstante, el sábado a las 10 de la mañana ya había visitantes cuando la feria aún se estaba montando, por lo que el alcalde manifestó que para el año próximo se montará el sábado de 6 de a 10 de la mañana.

Junto a los puestos de oliva y aceite también se colocaron artesanos de diferentes ramos. El centro de la plaza del pueblo se decoró con la instalación de dos oliveras milenarias que fueron aprovechadas para efectuar miles de fotos y selfies.

Almazara artesanal

Muy visitada fue también la vieja almazara artesanal que dispone la empresa Olis Caimari en el interior del pueblo. Allí, los curiosos pudieron ver el típico molino de muelas de piedra.