La falta de diálogo en el consistorio dejó en evidencia durante el pasado pleno a los políticos de Binissalem ante la propuesta para homenajear a un eminente hijo del pueblo, el doctor Jeroni Nadal, reconocido oftalmólogo a nivel mundial.

La propuesta que, a priori, parecía contar con un acuerdo unánime fue la de iniciar el proceso de distinción con la propuesta de dedicarle una calle o una plaza. El alcalde, Víctor Martí (UxB) expuso una serie méritos por los cuales, desde el equipo de gobierno, habían tomado la iniciativa; motivos con los cuales el resto de partidos estaban completamente de acuerdo. El problema estuvo en que también se tenían que votar los tres cargos que deben instruir el expediente: un fiscal, un ponente y un secretario.

Según recordó el alcalde, el asunto había pasado ya por tres comisiones sin que nadie hubiera hecho ninguna proposición. Martí propuso ejercer él mismo de fiscal y que su teniente de alcaldía, Paco Moyà, ocupara el cargo de ponente; mientras que como secretaria podría actuar la funcionaria Antonia Sans, asistente en aquel pleno.

La oposición estuvo en desacuerdo. Pepa Ramis (PSOE) señaló que era notorio que faltaba consenso. Andreu Villalonga (PP) apuntó que no era coherente que esos dos cargos estuvieran en manos de un mismo partido, ante lo cual el alcalde decidió aceptar propuestas. Villalonga se propuso como ponente y Ramis como fiscal. Se aceptó y quedó, finalmente, aprobada por unanimidad.