El Dijous Bo es una feria de otoño, y como tal goza de una buena representación de feriantes que ofrecen productos de temporada. Los dátiles, las clementinas, piña tropical, avellanas, turrones, almendras y coco son típicos de estas fechas, pero lo más demandado son los esclata-sangs y las olivas.

Joan Bernat, es un productor y vendedor de oliva de Caimari. Ayer no faltó a su cita anual con el Dijous Bo y expuso su producto estrella, además de las salazones y otros encurtidos que ofrece. "Este año tenemos muy poca oliva en el campo; el año pasado yo elaboré 80 toneladas en diferentes preparaciones tradicionales y este año no hemos partido ni una décima parte. Creo que al final habré elaborado unas 12 toneladas".

Las olivas de la variedad mallorquina se vendían ayer a unos cuatro euros, la cruda para salar. Las ya preparadas se vendían a ocho euros el kilo.

Por lo que se refiera a los 'escla-tasangs' (en castellano, níscalos) cabe explicar que los de la variedad local ( Lactarius sangifluus) se vendían a 27 euros el kilo. Los denominados como forasteros ( Lactarius deliciosus) se vendían a 15 euros el kilo.

Gabriel Amengual, vendedor de Inca, asegura que el miércoles por la noche ya había vendido catorce kilos de esclata-sangs de la variedad autóctona.