Los historiadores locales y la gente de mayor edad abomina del término Dimecres Bo pues tradicionalmente se le denomina la Revetla del Dijous Bo o el dissabte del Dijous Bo. Era, antaño, la tarde-noche en la que los vecinos de Inca salían a ver los puestos ya colocados y aprovechaban para cenar fuera.

No obstante, hace 35 años, varios empresarios del ocio local como son Kiko Serra, Pep Nicolau y Paco Albertí, entre otros, se plantearon hacer algo más y ofrecer a la juventud una diversión extra. Pep Nicolau recuerda: "Montabamos un kiosko que nos prestaba una marca de refrescos en medio de la calle. Esto lo empezó a hacer el Pub Shadow (que ya no existe), en la calle de na Ferrilla. Era a mediados de los años 80". El empresario recuerda que "no obstante, comenzó a coger una gran fuerza cuando el alcalde Antoni Pons, ya fallecido, decidió que el Dimecres Bo era ideal para montar un correfoc".

Eso atrajo a miles de jóvenes a la ciudad y los bares comenzaron a montar barras fuera para atender la demanda juvenil. La zona de la denominada Marcha del Dimecres Bo se estableció en las calles Jaume Armengol, Murta y Born, que era donde se concentraban más pubs.

Tras los primeros años de cierto descontrol comenzaron a arreciar las quejas vecinales por exceso de ruido y suciedad. Ante el aluvión de quejas e incluso las amenazas de una demanda contra el Ayuntamiento, comenzó a regularse.

En un principio se permitió la instalación de carpas pero luego se prohibió debido a la peligrosidad de que el viento las convirtiera en elementos peligrosos. Finalmente se permitió la instalación de carpas homologadas, práctica que aún está vigente, aunque no se hace excepto si hay grave amenaza de lluvia, debido a su alto coste.

La noche del Dimecres Bo es preciso reservar mesa en los restaurantes y celleres de la ciudad puesto que si no es imposible poder cenar. Muchos de los empresarios consideran mejor, desde el punto de vista de su caja, la noche del miércoles que el propio Dijous Bo. Cabe explicar que el Dijous Bo no reservan mesa en la mayoría de establecimientos, ni tampoco sirven café para darse más prisa.

La noche del Dimecres Bo se había masificado tanto y creaba tantos problemas que el actual equipo de gobierno decidió hace tres años aligerarla de actos. Así el correfoc Inc'fern se ha trasladado a la noche del sábado precedente. Desde entonces existe la misma marcha pero mucho menos masificada y sin tantos problemas.

Este año se ha previsto un amplio dispositivo de seguridad para el miércoles "especialmente con muchos agentes de paisano para el control de carteristas y consumo de drogas", explica la edil de ferias, Antonia Sabater.

La normativa municipal permite la excepción de música a cierto volumen esa noche, pero solo a los establecimientos con licencia de café musical. A las cinco de la mañana debe finalizar el ruido y el servicio de bebidas fuera de los establecimientos pues los servicios de limpieza tienen una sola hora para limpiar antes de que se instale la feria.