La trágica tromba de agua y barro del pasado 9 de octubre se ha topado con una reacción solidaria realmente asombrosa. En la comarca del Llevant, el municipio de Sant Llorenç fue el más perjudicado por la torrentada, pero también deben tenerse muy en cuenta los daños registrados en Capdepera (principalmente en Canyamel) y Artà (sobre todo Colònia de Sant Pere). Ayer, domingo, destacó la movilización ciudadana en la plaza de l'Orient del pueblo de Capdepera, para ayudar a las personas afectadas en la zona de Canyamel y otras fincas del término. Unas mil personas protagonizaron una diada solidaria que constató la preocupación vecinal y el interés existente de cara a la vuelta a la normalidad.

Una paella para alrededor de 900 comensales hizo las delicias de todos. La elaboró el conocido equipo gastronómico de las tradicionales Festes del Carme.

La espectacular y emotiva jornada contó también con actuaciones musicales, corales, baile, etc. Los tickets del evento benéfico tenían un precio de 10 euros. También se organizó una rifa. Entre los promotores: comercios, empresas, restaurantes y cafés, asociaciones, colectivos de mayores, la asociación para personas con diversidad funcional intelectual Som aquí Gabellins (que apuesta por la inclusión), etc.

Primeras valoraciones

Ya el 18 de octubre, el Ayuntamiento comunicó el informe de valoración de las personas afectadas y los daños materiales por las lluvias del día 9. A falta de completar las valoraciones se contabilizaron inicialmente unas diez familias damnificadas; 47 viviendas afectadas entre núcleos urbanos y viviendas en rústico; 8 locales comerciales; 8 coches, y pérdidas en infraestructuras públicas de 800.000 euros (pendientes de cifrar los servicios públicos como alcantarillado, alumbrado, etc).

El Ministerio para la Transición Ecológica este pasado sábado justamente anunció 120.000 euros para reparar la zona del paseo de madera, puente y conexión con la playa y 450.000 para regenerar de arena la playa de Canyamel.