La Cartuja de Valldemossa necesita actuaciones "urgentes" para garantizar su conservación, sobre todo, referentes a una mejor dotación de servicios de aguas pluviales y alcantarillado. Así lo constató ayer el vicepresidente primero y conseller insular de Cultura, Patrimonio y Deportes, Francesc Miralles, quien aseguró que el Consell ha puesto a disposición de los propietarios una línea de ayudas por un montante total de 200.000 euros para realizar estas mejoras.
A preguntas de Ciudadanos, Miralles ofreció estas explicaciones durante el pleno del Consell, en que detalló las actuaciones llevadas a cabo desde que en 2017 la institución insular aprobase un plan integral de conservación y restauración de este conjunto monumental que constituye una de las principales postales turísticas de la isla.
El conseller insular explicó que la redacción de este plan se vio condicionada por el hecho de que el Ayuntamiento valldemossí estuviese elaborando, a su vez, su propio plan de conservación, por lo que había que esperar a que éste estuviese acabado.
"Dispersión" de propietarios
A la hora de acometer la restauración, uno de los principales obstáculos con que se han encontrado las instituciones es la "dispersión" de dueños del conjunto histórico, según remarcó Miralles, que agregó que les ha emplazado a crear una comunidad de propietarios a fin de facilitar las actuaciones necesarias.
"He animado a los propietarios para que se constituyan en comunidad de propietarios y así poder tener un interlocutor. Hemos ofrecido asesoramiento técnico, una línea de ayudas y también asesoría legal para facilitar la constitución de esta comunidad de propietarios. El ayuntamiento de Valldemossa lo ve con buenos ojos, también la Iglesia, y ahora esperamos respuesta de los propietarios", declaró.
La línea de ayudas a las que hizo referencia el conseller insular asciende a 200.000 euros y tiene como objetivo el acometer "actuaciones urgentes" en la Cartuja de Valldemossa.
Para el Consell de Mallorca, estos fondos económicos deberían destinarse a la realización de mejoras de los espacios comunes, así como a la redacción de proyectos que "doten de servicios básicos estas zonas", como una red de aguas pluviales y de saneamiento.
Pavimento inestable
En el debate plenario, Miralles concretó que uno de los principales problemas a los que se enfrenta el conjunto arquitectónico es, precisamente, la mala dotación de servicios que redunda en perjuicio de los muros y del pavimento. Todos estos temas se abordaron en una reunión que tuvo lugar el pasado día 30 de octubre y a la que asistieron el propio Miralles, el alcalde de Valldemossa, Nadal Torres, y algunos propietarios de la emblemática construcción.
En ese encuentro, el conseller insular transmitió su preocupación por el estado de "deterioro" de zonas comunes del conjunto monumental "como las murallas, la fuente y también los pasillos".
Instó también en esa reunión a "articular la colaboración público-privada con el objetivo de revertir esta situación y garantizar la seguridad del monasterio".
