El comité de empresa de la fábrica de cemento de Lloseta pondrá sobre la mesa de la multinacional una propuesta consistente en el mantenimiento de la producción de cemento a demanda solo para el mercado insular como una de las alternativas a negociar para dar una salida a la factoría mallorquina.

En este sentido, el presidente del comité de empresa, Vicenç Villalonga, explica que únicamente pueden explorarse dos vías. Por una parte, la búsqueda de alternativas de producción diferentes al cemento y por otra, el mantenimiento de la fabricación de cemento a menor escala, únicamente para el mercado insular, una opción que los trabajadores ven factible porque "la fábrica ya se construyó por la demanda local de cemento que había en las islas" y porque supondría una menor emisión de CO2, además de posibilitar el reciclaje de residuos procedentes de otras actividades industriales como las cenizas de Es Murterar o las escorias de Tirme. "Es una vía para explorar, una oportunidad", señala Villalonga.

Menos optimista se muestra Roberto Serrano, de UGT, que afirma que "Cemex ya ha dejado bien claro que no quiere seguir produciendo cemento, por lo que habría que intentar dar otra salida a la fábrica que por ahora desconocemos, aunque algunos ejemplos podrían ser su reconversión en una molienda o en un centro de reciclaje".

Reuniones técnicas

El futuro de Cemex, tanto en Mallorca como en Gádor (Almería), se decidirá en las mesas de negociación que se abrirán de forma paralela en ambas localizaciones en los próximos días, con la presencia de las administraciones públicas, los sindicatos y la propia empresa, además de técnicos que valorarán las diferentes alternativas que se pongan sobre la mesa.

Al mismo tiempo, se establecerá una mesa permanente en Madrid que se reunirá cada semana a partir del próximo día 21 de noviembre para conocer el contenido de las negociaciones que se lleven a cabo en las respectivas reuniones regionales.

Cabe recordar que la multinacional paralizó de forma temporal la presentación de los expedientes de regulación de empleo para abrir un periodo de negociación y búsqueda de alternativas, aunque se mantiene firme en su decisión de finalizar la producción de cemento. En Lloseta están en juego 250 puestos de trabajo.