Magaluf es territorio para desfases, ocio nocturno... y grabaciones de programas de telerrealidad. Uno de los últimos grabados en el núcleo ha sido el de ´Don´t Tell The Bride´ (cuya traducción sería ´No se lo digas a la novia´) emitido por el canal británico Channel 4. El último capítulo dejó una historia tremenda: el novio se gastó 2.000 euros en una despedida de soltero en Magaluf, junto a siete amigos, quedándose sin dinero para los arreglos que necesitaba el traje de novia.

El programa incide en el contraste de las despedidas de soltero protagonizadas por los dos novios. Por un lado, la novia (Jenna) se quedó en su Leeds natal con unas amigas en una celebración más bien austera, en que una de las pocas concesiones fue una noche de bingo.

Nada que ver con la juerga que se corrió el novio (Nathan), junto a sus amigos en Magaluf. No escatimaron en cócteles en la playa y copas por la noche loca de Punta Ballena.

El conflicto se produjo después, cuando los dos fueron a una tienda para que Jenna se probase el vestido de novia, que necesitaba unas correcciones por ser demasiado largo. En ese momento, Nathan confiesa la realidad presupuestaria para esos cambios: le quedaba apenas algo más de un euro.

Fue sin duda el clímax de este capítulo de ´Don´t Tell The Bride´, un programa de telerrealidad con largo recorrido en la televisón británico, en la que ha pasado por los canales BBC Three, BBC One, Sky 1 y la actual Channel Four.

El programa sigue las peripecias de parejas que han sido recompensadas con la financiación de su ceremonia. La única condición es que todo debe organizarlo el novio, sin contacto con la novia.