El proceso de desmantelamiento de la producción de cemento en la fábrica Cemex de Lloseta se ha iniciado de forma paulatina. Diferentes fuentes sindicales informaron ayer de que la empresa Trasemisa, una subcontrata de la multinacional Cemex para la explotación de las canteras que nutren de materia prima a la factoría 'llosetina' para la producción de cemento, ha despedido a nueve trabajadores y ha condicionado el pago de la correspondiente indemnización a la venta mediante subasta de las máquinas que se utilizan en las canteras.

Tanto los sindicatos como las administraciones balear y central están a la espera de que los máximos responsables de Cemex en Madrid aporten una respuesta a la petición de constituir una mesa negociadora antes de que la empresa presente los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) el 7 de noviembre, tal y como se acordó en la reunión celebrada anteayer en el despacho de la ministra de Industria, Reyes MarotoReyes Maroto.

La multinacional se mantiene firme en su decisión de cerrar la producción de cemento tanto en Lloseta como en Gádor (Almería) y son pocos quienes confían en un cambio de rumbo. De hecho, el citado despido de parte del personal encargado de la explotación de las canteras es un indicio preocupante del futuro que espera a los 250 trabajadores directos e indirectos de la central de Lloseta.

"Hasta la fecha, Cemex ha hecho seis EREs y nunca ha dado marcha atrás, pero también es cierto que nunca había tenido tanta presión como ahora, con sindicatos y administraciones públicas en contra", explica Vicenç Villalonga, presidente del comité de empresa de Cemex en Lloseta.

El representante sindical reitera que "la empresa da beneficios" y que el sector tiene futuro porque "siguen aumentando los puestos de trabajo en la construcción". "Es cuestión de definir qué modelo productivo queremos, ¿solo servicios?", cuestiona.

Por su parte, Roberto Serrano, coordinador estatal de UGT en temas de construcción y trabajador de Cemex en Lloseta, explica que en la reunión de Madrid, donde estaba presente, se le conminó a Cemex que "deje en suspenso" los EREs para crear una mesa negociadora y "dar salidas a los centros de trabajo".

La multinacional, cuya representación en la reunión "no era la adecuada", respondió que el día 7 presentará los expedientes y "después se sentaría a negociar". Según Serrano, la empresa pretende sentarse "cuando 250 familias ya estén en la calle".