El mal tiempo empañó este jueves la celebración del Día de los Difuntos, restando algo de afluencia de público a los cementerios sobre todo por la mañana. En todo caso, un gran número de familias se desplazaron a los camposantos para rendir homenaje a los que ya no están.

Algunos cementerios, como el de Calvià vila, estrenaron reformas. En el cementerio de Calvià se han hecho actuaciones que han consistido en el asfaltado de la plaza central y de la rampa de la entrada de la parte antigua, en donde se ha colocado, además, una barandilla de protección.

Asimismo, se ha reparado la cubierta de la capilla antigua para evitar humedades, colocando una tela asfáltica en la cubierta. También se ha puesto tela asfáltica y cemento impreso en las bajantes que descienden de los tanatorios hasta las oficinas de los operarios. Todas estas actuaciones han supuesto una inversión de 118.000 euros.

El camposanto de Es Capdellà ha recibido 33.000 euros de inversión para arreglar todos los viales, pintar todos los muros de titularidad pública y para reparar los pluviales, canalizando la salida del agua a la calle en donde se ha instalado un imbornal.

Mientras, en Sóller el mal tiempo deslució por completo la festividad de Todos los Santos ya que la lluvia no dejó de caer durante todo el día. Pese a ello, muchos sollerics subieron hasta Son Sang para rendir tributo a sus seres queridos ahí enterrados armados de paraguas y chubasqueros.

El flujo de visitantes fue mucho más escaso que en años anteriores ya que muchos vecinos adelantaron su visita al cementerio en días anteriores a la jornada festiva. La flores fueron la única nota de color en un día verdaderamente gris y frío en el valle.

En localidades como Andratx,