El Ministerio de Industria y los gobiernos autonómicos de Balears y Andalucía han lanzdo esta tarde una propuesta sobre la mesa para intentar evitar el cierre de las plantas cementeras de Lloseta y Gádor (Almería). Pretenden que la compañía multinacional Cemex. propietaria de ambas plantas, se siente a negociar posibles soluciones antes de plantear el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado.

La ministra María Reyes Maroto, titular de la cartera de Industria, Comercio y Turismo ha reunido hoy a las partes implicadas en la crisis laboral acaecida tras el anuncio de cierre de la producción de ambas plantas por parte de la empresa.

Cemex ha escuchado la propuesta aunque sus representantes se muestran muy reacios a la creación de una mesa previa al ERE. Iago Negueruela, conseller de Trabajo del Govern balear, sostiene que "se debe valorar en forma positiva que no se haya cerrado a la posibilidad. Los representantes han contestado que lo consultarán, pensarán y darán una respuesta".

Las Administraciones se mostraron contrarias al ERE. Negueruela afirmó que esperaba que "acepten la mesa negociadora y si no, las Administraciones continuaremos trabajando en plantear alternativas al cierre".

Para el Govern, el cierre de la planta de Lloseta tiene un impacto económico muy alto por lo que "se debe ver que alternativas presenta la empresa ante la situación que se generaría", sostuvo el conseller.

Los representantes sindicales han presentado algunos informes al Govern que el Ejecutivo acepta y, según Negueruela, indican que la planta es rentable desde el punto de vista económico. Las noticias de estos últimos tiempos hablan de altos niveles de producción por lo que la rentabilidad de la empresa está justificada y sobre ello hemos de trabajar".

El cierre de la planta cementera de Lloseta supondría la extinción de unos 200 empleos, entre directos e indirectos, según ha manifestado el conseller a la salida de la reunión mantenida en la sede del Ministerio.