La crisis generada por la decisión de la multinacional Cemex de poner fin a la producción de cemento en la fábrica de Lloseta adquirirá mañana una dimensión nacional. El despacho de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha citado a las partes en conflicto a una reunión prevista mañana a las 15, 45 horas. La reunión contará con la presencia del conseller balear de Trabajo, Iago Negueruela, y de los sindicatos que defienden a los trabajadores de Cemex, por una parte, y con los representantes de la multinacional en el Estado español, por la otra.

El objetivo de los gobiernos balear y central es hacer un frente común para presionar a la empresa y evitar de esta forma que cierre la producción de cemento en la fábrica de Lloseta, en la que peligran los puestos de trabajo de más de cien trabajadores directos y otros 150 indirectos.

En una reunión celebrada el pasado viernes en la conselleria de Trabajo, tanto Negueruela como la delegada del gobierno, Rosario Sánchez, abogaron por establecer una “estrategia conjunta” frente a la multinacional, cuyos representantes reiteraron a principios de la pasada semana, en un encuentro con el conseller y los sindicatos, su intención de finiquitar la producción en Lloseta para que la fábrica se dedique solamente al almacenamiento y distribución de cemento.

Tras aquella reunión, tanto el conseller como el secretario general de CCOO, Unai Sordo, denunciaron la “opacidad” de la empresa a la hora de proporcionar documentación a la administración que justifique la necesidad de cerrar la producción. El comité de empresa de la fábrica de Lloseta está convencido de que la actividad sigue siendo rentable.