Matthias Kühn ha renunciado a desarrollar la polémica urbanización de Muleta II. El ayuntamiento de Sóller ha dado carpetazo a la solicitud de licencia de obras de urbanización que presentó la empresa Birdie Son Vida, después de que pasara el plazo legal para subsanar las deficiencias que presentaba el proyecto sin que lo hiciera.

La empresa de Matthias Kühn presentó al ayuntamiento el proyecto de urbanización de Muleta II, con el que preveía renovar los servicios básicos e infraestructuras de la urbanización. Pero el proyecto presentaba algunas deficiencias, según constataron los técnicos municipales durante el proceso de tramitación del permiso de obras. Así, ocho meses después de haber presentado la solicitud de licencia, el consistorio remitió un oficio a la promotora de Kühn para instarlo a que solventara las deficiencias que se habían localizado en el proyecto. El oficio fue remitido a principios de agosto y marcaba un máximo de diez días para que el promotor subsanara los errores técnicos que le detectaron los técnicos municipales. Pese al requerimiento, Birdie Son Vida no presentó ninguna subsanación, por lo que el ayuntamiento ha dado carpetazo a este asunto decretando el archivo del expediente por desistimiento del promotor.

Ejecución de sentencia

En contraposición a este hecho, el propietario de la polémica urbanización promueve ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) la ejecución de una sentencia dictada en 2014 que le permite el desarrollo urbanístico del paraje de Muleta, que está catalogado como suelo rústico por la normativa territorial. Birdie Son Vida, la empresa que gestiona los terrenos, instó al juez a que obligara al ayuntamiento de Sóller para que le otorgara la licencia municipal de obras (la que ahora ha renunciado) para llevar a cabo las obras de dotación de servicios a la urbanización.