Las intensas lluvias de las últimas semanas han provocado la mayor catástrofe de las últimas décadas en Mallorca. Primero fue destructiva riada en el Llevant, que afectó especialmente a Sant Llorenç y Artà y que se saldó con trece muertos y decenas de miles de euros en daños materiales. Días después, las intensas lluvias también afectaron a Pollença.

En algunos puntos, las precipitaciones superaron los 200 litros por metro cuadrado, lo que hizo que el agua circulase abundantemente por torrentes, rieres, albellons y otras conducciones, especialmente de la Serra de Tramuntana.

Las lluvias han dejado imágenes espectaculares que en los últimos días han inundado las redes sociales, como las publicadas por IB3 en el que se ve como el agua brota de las paredes del torrent de Pareis, en sa Calobra.

Las intensas lluvias también provocaron que brotasen las Fonts Ufanes, en Campanet, y han hecho posible contemplar de nuevo el Salt del Freu, en Orient (Bunyola).