Los trabajadores de Cemex cumplieron ayer con su promesa de paralizar los hornos de la cementera de Lloseta. En un vídeo realizado por los propios empleados, se recoge el momento en que se ha detenido la maquinaria. La determinación de parar la producción se tomó durante la asamblea que tuvo lugar el pasado miércoles como medida de protesta por el anuncio del cierre de la planta.

En esta reunión se decidió parar la producción de forma ordenada para evitar la rotura de los hornos y que estos fueran irrecuperables en el caso de que la empresa reconsidere su decisión, señalaron representantes de los trabajadores. El pasado lunes Cemex comunicó a los sindicatos su intención de cerrar la producción de cemento en Lloseta y dejar la planta solo como una envasadora de cemento producido en otros lugares. Ese cierre va ligado a un ERE que afecta a muchos de los 104 trabajadores de la empresa.

Esta tarde está previsto un encuentro entre representantes de los trabajadores de la cementera con el conseller Yago Negueruela que les explicará los próximos pasos a seguir.

La fábrica de cemento se inauguró en 1958, por lo que acaba de cumplir 60 añosse inauguró en 1958, por lo que acaba de cumplir 60 años. Su ubicación, prevista inicialmente en Biniamar se trasladó finalmente a la vecina Lloseta. La planta cementera de Cemex ha sido históricamente la empresa que más a aportado a las arcas municipales a través de tasas e impuestos, pero durante todo este tiempo ha influido considerablemente en la vida diaria de este pueblo. En ocasiones ha afectado de forma negativa, en opinión de muchos vecinos, con sus pretensiones expansionistas, la contaminación, el ruido, pero en otras positiva, al actuar como mecenas y dinamizador económico de la zona.

Cemex hizo una fuerte inversión (15,5 millones de euros) en 2008 para evitar emisiones. Precisamente la empresa propietaria aduce ahora que la adaptación a la nueva normativa europea para 2020 referente a las emisiones, es lo que la ha decidido a cerrar la planta.