La primera de las ferias tradicionales de Inca, que se celebran antes del Dijous Bo, tuvo lugar ayer. Esta primera se dedica a la Tierra, por tanto las flores y plantas fueron las protagonistas. Aunque cabe mencionar que la gran expectación que despertó la muestra de cuerpos de seguridad eclipsó prácticamente al resto de la feria.

A pesar de ello, la calle Major y la calle Comerç se vieron repletas de floristas y viveristas que dieron un espléndido colorido a la fiesta. Entre algunas curiosidades que se pudieron observar estaba la venta de plantas carnívoras que ofrecía la vendedora Montse Nicolau.

Los alrededores del mercado cubierto albergaron la muestra y venta de artesanía de los integrantes del Sindicato Obrero la Paz, una de las entidades más antiguas de Inca, que cuenta ya con 105 años de antigüedad y que aglutina en su seno a artesanos y anticuarios.

La calle de Jaume Armengol fue tomada por los colegios que vendieron sus productos para recaudar fondos con que afrontar los diferentes viajes de estudios. También fue el lugar elegido para colocar diferentes actividades y juegos infantiles.

La plaza de España contó con una muestra de artesanía efectuada con materiales reciclados, entre otros. Fue también el lugar elegido para un buen número de espectáculos al aire libre.

Los celleres y restaurantes estuvieron a tope desde la una hasta pasadas la cinco de la tarde.