No causó gran impacto popular en Lloseta al saberse que la fábrica de Cemex dejaría de fabricar y solamente se dedicaría a la comercialización de cemento procedente de la península u otro lugar del Mediterráneo. Se debe tener presente que de los 104 trabajadores de la fábrica solamente 15 residen en Lloseta. El resto tienen su domicilio en la comarca, e incluso, en Palma. Lo mismo ocurre con los trabajadores autónomos que indirectamente se verán perjudicados y podrían ser cerca del centenar. Entre ellos se encuentra la empresa Transemisa que se encarga del trasporte de la materia prima entre la cantera de Can Negret y la fábrica.

No obstante, el pueblo dejará de percibir unos 200.000 euros en tasas e impuestos y la donación de varias toneladas de cemento anuales para obras menores. La Fundación Cemex, además, patrocinó en el año 2006 la construcción de una piscina cubierta y un gimnasio por un importe de 1,5 euros y que entregó al pueblo de Lloseta el 23 de marzo del año citado. Aquel año, los responsables de Cemex aclararon que tenían en la fábrica de Lloseta una plantilla 150 trabajadores y que daban trabajo indirectamente a 400 más.

Antonio Robles trabajó 40 años en la fábrica. Dice que el Govern no debería permitir que una empresa que obtiene beneficios provoque esta situación. Por otra parte, Joan Bestard, prejubilado, asegura: "antes de irme la fábrica ya se hablaba de reducir gastos".