Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lletra menuda

Medidas para reconducir el futuro

La vida y el pálpito de Lloseta están ligadas por conducto vital a su cementera en una conexión unilateral que no se reproduce en sentido contrario, como demuestra la descortesía de notificar por teléfono un expediente de regulación de empleo que siembra el desasosiego y mancha de interrogantes el futuro del municipio. Las multinacionales son así, ni tienen ni reconocen rostro para el diálogo.

Cemex deja de fabricar en Lloseta. Relega su planta mallorquina al envase y la distribución, a una sucursal de reparto que fuerza a replantearse el mañana inmediato a un centenar de trabajadores directos y a otras tantas empresas subcontratadas. Es un zarandeo colectivo, vamos. Medio siglo de producción de Cemex no han bastado para poner cimientos estables a la vida laboral de mucha gentes. Ni para respetar su profesionalidad. El debate de los pros y contras de una gran cementera al lado de casa y en una isla urbanizada queda sobrepasado. La necesidad cotidiana y más inmediata tapona ahora cuestiones mayores porque la decisión y el negocio de otros tiene excesiva influencia y acorrala el futuro de la persona y el pueblo.

Compartir el artículo

stats