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Joe Holles: "Si queremos salvar el turismo y nuestra calidad de vida tenemos que reaccionar"

"Quien acuse a la exposición de ir contra del turismo no la ha visto completa y tiene una visión parcial y errónea"

Joe Holles es el presidente de Tramuntana XXI, un colectivo que difunde los valores de la Serra.

Tras la polémica que ha suscitado en Sóller la exposición 'Historia del turismo en la Serra de Tramuntana. Pasado, presente y futuro' que permanece instalada en el Port, Joe Holles, presidente de la asociación Tramuntana XXI, explica qué se puede ver en la muestra y qué mensaje pretende transmitir. La semana pasada un centenar de personas se manifestaron contra la exposición por entender que alentaba la turismofobia.

¿Qué es la exposición 'Historia del turismo en la Serra de Tramuntana'?

Es un recorrido a través de la historia de la relación entre turismo y cultura en la Serra de Tramuntana desde el siglo XIX hasta el XXI. A través de extractos de prensa, obras gráficas y otros se cuenta la historia de los pros y contras del turismo, los momentos buenos y los no tan buenos, las opiniones a favor y en contra.

¿Qué se puede ver en la exposición instalada en el Port de Sóller?

Se pueden ver dos premisas y una conclusión. En la primera mitad de la exposición, se ve un modelo de turismo cultural optimista e inclusivo que reinó hasta la mitad del siglo XX. En la segunda parte se ve cómo la buena relación entre cultura y turismo se rompe con el primer 'boom' en los años 50 y surgen todo tipo de críticas, que han llegado hasta el día de hoy con la polarización que vivimos. Al final, a modo de conclusión, en Tramuntana XXI proponemos salir de esta polarización hablando de nuestro pasado y de nuestro presente, escuchando a todas las voces y reconstruyendo un proyecto común entre todos.

¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir?

Que sabemos hacer las cosas bien, que fuimos una referencia de turismo cultural, que teníamos un proyecto común que se rompió en un momento dado. Que ahora el modelo turístico no acaba de funcionar, que hay mucha gente descontenta y como conclusión: que si queremos salvar nuestra principal industria, y no seguir hundiendo la calidad de la experiencia de nuestros visitantes y la calidad de vida de los residentes, tenemos que reaccionar.

Se le acusa de tener un contenido "turismofóbico", ¿qué dice usted de eso?

Quien acuse a esta exposición de ser turismofóbica no ha visto la exposición completa y tiene una visión parcial, descontextualizada y errónea. En la medida en que contamos una realidad compleja desde diferentes puntos de vista mostramos que existe la turismofobia igual que mostramos que existe la turismofilia o el hiperdesarrollismo. Esta exposición tiene una cara 'A' y una cara 'B', en sentido figurado, pero también literal. De hecho, precisamente justo detrás de los mismos paneles que han criticado algunos por turismofobia encontramos alabanzas y elogios hacia el turismo. Es un retrato de nuestra historia. Si no podemos hablar de dónde venimos para decidir hacia dónde queremos ir, tenemos un problema grave.

¿Qué críticas ha tenido la muestra por donde ha sido instalada?

No habíamos recibido ninguna crítica en más de dos meses, ni en Valldemossa ni en Palma. Hasta ahora todo han sido elogios, por parte de personas de todas las procedencias y todas las inclinaciones políticas.

¿Qué le diría a la gente que la semana pasada salió a la calle para manifestarse contra la exposición y en favor del turismo?

Que estamos realmente tristes de que se haya interpretado tan mal y que no era para nada nuestra intención ofender a nadie. Tramuntana XXI no es una organización radical ni antiturista de ninguna manera. De hecho trabajamos activamente en el desarrollo de productos turísticos culturales de alto valor añadido.

¿Qué opina del turismo que hay en Sóller?

El pueblo de Sóller ha sido durante siglos la Ciudad de la Serra, el centro neurálgico de su agricultura, del comercio, de la manufactura, etcétera. Es el municipio que mejor conserva su sector primario y tiene una de las industrias turísticas más sostenibles y amables de nuestra isla. Si conseguimos reinventar el modelo turístico de nuestras islas seguro que tendremos que tomar ejemplo del modelo solleric. Por eso pediría disculpas si alguien se ha ofendido pero también un esfuerzo para no politizar cuestiones tan claves que debe poder discutir la ciudadanía con libertad y un afán constructivo.

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