La dirección general de Movilidad y Transportes del Govern admite que el servicio público por carretera se encuentra en una situación de ´impasse´, a la espera de la reorganización de las concesiones prevista para el próximo año, y que por ello los concesionarios son reacios a realizar grandes inversiones para mejorar un servicio que está a punto de caducar.

"Somos conscientes de que estamos en el final de una etapa, aunque una cosa es que no se afronte una renovación de la flota de vehículos, lo que nos parece normal porque no hay tiempo para amortizarla, y la otra es que se incumplan horarios o no se preste una adecuada información a los usuarios, y sobre estas cuestiones la Conselleria realiza inspecciones y abre los expedientes necesarios", explica el director general, Jaume Mateu.

El alto cargo de la Conselleria asegura que "cada vez que los inspectores detectan alguna irregularidad, se actúa". En este sentido, apunta que recientemente se han abierto expedientes a determinados concesionarios por no habilitar rampas para personas con movilidad reducida. También se han incoado expedientes por incumplimientos de horarios o por dejar a pasajeros en la parada, dos de las críticas más habituales de los usuarios del sistema.

Mateu admite que en las últimas semanas los retrasos han sido frecuentes debido a los cortes de tráfico por las obras del segundo cinturón. "El primer día que se cerró la carretera nos condicionó bastante, con retrasos de hasta una hora", explica. Por este motivo, la Conselleria "está valorando realizar reajustes horarios para evitar que los buses coincidan con las horas punta en los accesos a Palma".

Respecto a la sustitución de vehículos nuevos por otros más antiguos denunciada por la plataforma de usuarios, Mateu afirma que "no nos consta", aunque se compromete a "investigarlo". También asegura que a pesar del "final de etapa" de las concesiones, el Govern "trabaja ahora en una mejora del servicio de cara al próximo invierno".