Desde hace unas semanas y hasta la fecha de hoy, un total de ocho embarcaciones artesanales de arrastre, con puerto base en Cala Rajada, Alcúdia, Ciutadella (Menorca), Andratx y Sant Antoni (Eivissa), se han visto afectadas por la intromisión en sus redes de balas de paja sumergidas en una amplia zona del canal de Menorca, principalmente, pero también en otros puntos de diferentes caladeros.

Las afecciones por enganche de las balas de paja son de distinto orden, por un lado afectan por el daño que se ocasiona al arte de pesca (bou), especialmente al copo de la red, y por otra parte se encuentra la pérdida total o parcial de la jornada, por aplastamiento o pérdida de las capturas.

La Federación de cofradías de Pesca de Balears, aun no disponiendo de todos los datos, ha efectuado una primera valoración de las pérdidas. Esta estimación "puede superar los 12.000 euros a día de hoy", indica Antoni Garau, secretario de la entidad. Al margen de los daños económicos que crea a la flota, es un problema que afecta también a la seguridad de las tripulaciones en la operación de izado a bordo del arte.

Procedencia

"Desconocemos la procedencia de estas balas de paja, que se pueden alojar en el fondo marino o en zonas intermedias, en función del tiempo que han estado absorbiendo agua. Pensamos que pueden proceder de carga perdida por algún mercante o tirada al mar intencionadamente", indica el portavoz de las cofradías. Esta segunda opción cobra fuerza al observar la dispersión de los incidentes pues, aunque la mayoría han sucedido en el canal de Menorca (entre Alcúdia, Cala Rajada y Ciutadella), no hay que obviar que ha habido también esta 'pesca de paja' en Eivissa y en Andratx.

Medio Ambiente no tiene una respuesta que dar, y así lo indicó un portavoz ayer a este diario. Los pescadores dicen que "en cualquier caso, necesitamos que se realicen actuaciones para poder determinar zonas en las cuales se alojan estos volúmenes de paja y realizar rastreos de localización y extracción de las mismas".

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Graves daños a la flota de 'bous' a causa de misteriosas balas de paja sumergidas