El desfile de carrozas es uno de los actos más multitudinarios de las fiestas de es Vermar de Binissalem. Centenares de personas se agolparon ayer en las calles del centro de la población para ver la procesión de montajes lúdicos y festivos que los jóvenes del pueblo habían diseñado para festejar la vendimia.

El desfile de este año salió del polígono industrial para realizar una ruta por las calles más céntricas de la localidad antes de regresar de nuevo al punto de partida.

Un total de sesenta y nueve carrozas se habían apuntado este año al desfile, un número algo menor al de las otras ediciones debido a la restricción impuesta a un máximo de 15 metros de largo. Debido a esa nueva normativa una de las carrozas quedó retenida en la salida.

La temática era libre y se distribuyeron en tres categorías: tradicional, infantil y original.

Montajes

Cabe destacar que este año la organización hizo especial incapié en que se evitaran los montajes evocando a barras de bar y similares.

La originalidad no faltó en la gran mayoría de composiciones, muchas de las cuales estaban inspiradas en el mundo del vino, como no podía ser de otra forma en un municipio eminentemente vinícola como el de Binissalem. Las referencias a la cultura popular y al trabajo de los 'vermadors' fueron muy abundantes.

También destacó la elevada participación de niños en vistosas carrozas que fueron muy aplaudidas, así como desfilando a pie o en bicicleta.