El pleno de Inca ha aprobado esta mañana un reajuste de la ordenanza que regula el cobro por el uso del alcantarillado. Dicha tasa estaba incluida hasta el año pasado en el recibo del agua potable, pero se creó una propia al detectarse que muchas viviendas tenían suministro de agua de lluvia por lo que no adquirían la pública, pero si usaban el alcantarillado para deshacerse de las aguas residuales.

Tras una primera aplicación se han detectado algunos desfases que se han corregido. Uno de ellos es el uso que hace el comercio menor. El concejal de Hacienda, Àngel Garcia, explica que "tras estudiarse el uso se ha acordó rebajar en un 40% la tasa a los locales menores de 150 metros cuadrados y que paguen 30 euros al año, en lugar de 50".

Así mismo se ha observado un elevado uso de las gasolineras con tunel de lavado de vehículos con agua presión. En este caso, se ha separado en un nuevo epígrafe que se verá agravado con 1.900 euros al año en lugar de los 100 euros anuales que pagará el resto de establecimiento de este tipo, menores de 25 metros cuadrados.

Cabe precisar que las gasolineras, sin túnel de lavado, pagarán 0,70 euros más por cada metro cuadrado que excedan de los 25 mencionados.

El portavoz para asuntos económicos del PP, Antonio Aguilar, (en la oposición) manifestó su descuerdo con el cobro de la tasa de alcantarillado en general. Sostuvo que "un ayuntamiento con dos ó tres millones anuales de superávit no debería cobrar una nueva tasa a los ciudadanos".

Garcia contestó que disentía pues "aunque exista superávit éste debe destinarse a otras inversiones sostenibles que son muy necesarias, pero por contra, el alcantarillado también necesita urgentes obras de mantenimiento y, para ello, contar con una financiación adecuada".