El pasado lunes aparecieron manchadas de pintura de distinto color, las placas que recuerdan las víctimas de la Guerra Civil y la placa que recuerda la construcción de la iglesia de Búger. Una de las inscripciones se encuentra en un monolito situado en la entrada del cementerio. Las otras dos en la fachada del templo parroquial.

El alcalde, Rafel Capó (PSOE) condena los hechos "por el incivismo que representan". La máxima autoridad local no quiere valorar si se trata de "un ataque ideológico o una gamberrada" y ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil.

En breve se llevarán a cabo labores de limpieza para eliminar la pintura. El Ayuntamiento está estudiando además el traslado del monolito a otro lugar del cementerio.

Los representantes de Més per Búger y PP condenan las pintadas.