El otoño astronómico se inició ayer en Sóller con temperaturas veraniegas, lo que hizo que mucha gente se desplazara al Port para asistir a la tercera edición de la Fira de la Mar que organizó el Consorcio Serra de Tramuntana. La feria, que ya se consagra en el panorama de actividades del municipio, quiere poner en valor las actividades que están relacionados con el mundo de la mar.

Cientos de personas se pasearon por el muelle comercial donde se concentraron la mayoría de actividades. En casetas se distribuyeron talleres infantiles, muestra de oficios antiguos, exposiciones de embarcaciones en miniaturas, teatro infantil, herramientas y utensilios de mestre d´aixa, productos agroalimentarios de la comarca de Sóller y mucha gastronomía de la mano de bares y restaurantes de la zona que ofrecieron un variado catálogo de tapas de productos típicos y del mar a precios reducidos.

La feria arrancó con un pasacalle de la mano de el grupo de batucada Batu-Al-món y los xeremiers de Sóller, que acompañaron a las autoridades. El público respondió a la llamada de la feria que cumplió su doble objetivo: dar a conocer la tradición, la gastronomía y los oficios del mar, y dar un impulso a la actividad turística después del verano.