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Entrevista

Jaume Pons Comes: "El concurso nació improvisado, nunca imaginamos que llegaríamos a la XX edición"

El vino que se elabora se regala cada año a los concursantes de la siguiente edición

Jaume Pons atendiendo la organización de la presente edición

P ¿Cómo surgió la idea de organizar un concurso de pisar uvas?

R Nuestra asociación organizaba cada año, para las fiestas de Sant Jaume, una serie de juegos lúdicos para adultos. En 1999 algunos amigos nos sugirieron la idea de hacer el concurso para las fiestas de es Vermar. Nos pusimos a ello y organizamos la primera edición. Fue algo improvisado pero que tuvo una gran aceptación. Nunca imaginamos que llegaríamos a la vigésima edición con la repercusión que tiene dentro del programa de actos.

P ¿Qué significó esa primera edición?

R Creó tradición. Por ejemplo, los trajes de 'trepitjador'. En esa edición la gente iba vestida de calle menos un grupo que se hizo unos trajes con tela de saco. Para la siguiente edición ya todos vestían el 'casot'. Después nació la comida de los 'trepitjadors'. Ha sido el germen de actos y tradiciones.

P ¿Qué cuesta organizar el concurso?

R Muchísimo esfuerzo, yo hace más de un mes que ya estoy organizando. Hoy mismo (sábado) vamos a vendimiar a las siete de la mañana para tener a punto una tonelada y media de uva que pisarán mañana los concursantes.

P ¿Nada que ver con la primera edición?

R ¡Que va! En 1999 usamos cubas de PVC pintadas de marrón para que parecieran de madera. No nos atrevimos ni a pedir precios. Por no tener, no teníamos ni forma de medir el mosto. Recuerdo que lo hicimos con una cinta métrica y Diario de Mallorca publicó en esa primera edición que el ganador había pisado 29 centímetros de mosto.

P ¿Cuanta gente trabaja en la organización?

R Entre 25 y 30 voluntarios aproximadamente.

P ¿Qué se hace con el mosto?

R Los primeros años usábamos uva de mesa y nosotros mismos intentamos vinificarlo, pero fue un desastre. a partir de 2001, la asociación Vins Dilluns nos ayudó usando ya uva de vino. Posteriormente el Celler de Can Verdura se prestó a ayudar; desde entonces creo que hacemos un buen vino, pues gracias a este asesoramiento lo hacemos incluso cumpliendo el reglamento de la DO, a pesar de que no sea un vino con DO.

P ¿Y ya usan cubas de madera?

R ¡Claro! Tenemos diez y han costado 4.000 euros, pero hemos contado con ayuda de cellers y de la DO para pagarlos.

P ¿Animado a seguir con una XXI edición?

R Claro que sí, esto ya no se para, ya es tradición. Y si yo falto estoy seguro que otros seguirían organizándolo.

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