Calvià ha registrado este año un único caso de cierre de una playa como medida de precaución por el riesgo de contaminación tras una avería en la estación impulsora. Fue en la playa de Belladona, que se reabrió posteriormente después de que se realizasen los correspondientes análisis de las aguas de baño.
Análisis como éste se efectúan con gran frecuencia en el municipio, a través de la empresa pública Calvià 2000 y del departamento de Medio Natural y Urbano del consistorio. De hecho, al año, se analizan cerca de 800 muestras de agua de playas para efectuar un seguimiento continuo del estado del principal activo natural del municipio. El protocolo que sigue Calvià 2000 es el siguiente. Semanalmente toma 18 muestras de agua de mar de forma alternativa en cada una de las tres zonas en que se divide cada playa.
Dos bacterias
En el laboratorio de la estación depuradora de Santa Ponça, se estudian esas muestras, en búsqueda, sobre todo, de dos bacterias (Escherichia coli y Enterococos fecales), que son indicadoras de la existencia de una contaminación de origen fecal. Asimismo, se controlan las duchas públicas de los arenales ante la posible presencia de hongos.
El balance que hace Calvià 2000 de las aguas del municipio durante este verano es "excelente". La compañía municipal asegura que los indicadores de calidad han mantenido un nivel estable, "tanto en calidad media en zonas de baño como en incidencias puntuales por playa, no habiéndose superado los valores máximos para calificar de no apta el agua de baño".
En el caso de que los primeros resultados provisionales den valores anómalos, el procedimiento es el siguiente: técnicos de Calvià 2000 se desplazan al lugar para investigar posibles focos o indicios de averías. La compañía municipal de saneamiento y limpieza destaca la importancia de este tipo de actuaciones preventivas para reducir el posible impacto medioambiental.
Emisarios submarinos
De forma complementaria, este mes, Calvià 2000 ha emprendido trabajos para supervisar el estado de los emisarios submarinos del municipio, que vierten al mar los excedentes del agua depurada.
El objetivo de estas inspecciones, que se realizan en barco y que también se hacen en junio, consiste en determinar si presentan algún desperfecto. Señalan en Calvià 200o que es habitual que sufran desperfectos por el efecto de anclas de grandes barcos.
