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Entrevista

"Quería llegar a un acuerdo, pero aún sigo esperando que el alcalde tome un café para hablarlo"

Maria Bel Sanxo: "Algunos ayuntamientos todavía trabajan con una estructura piramidal totalmente obsoleta que no funciona"

Sanxo estudia reincorporarse al ayuntamiento de Sant Llorenç. b.capó

El pleno del ayuntamiento de Arta inició en enero de 2016 la disolución de la Fundació Teatre Municipal d'Artà, que ratificó finalmente en julio de este año. Durante este tiempo algunos empleados han pasado a formar parte de la plantilla del consistorio. Sin embargo su gerente, Maria Bel Sanxo Orell, una funcionaria del ayuntamiento de Sant Llorenç, fue la única trabajadora que ni fue indemnizada, ni pasó a formar parte de la plantilla municipal, pese a llevar doce años en el cargo. Ahora, dieciséis meses después, trabaja en el negocio familiar y mantiene interpuesta una demanda contra el consistorio artanenc para poder cobrar su finiquito.

P ¿Cómo fue la liquidación de la Fundació del Teatre Municipal d'Artà?

R Los representantes políticos en la Fundació nos dijeron que ante la disolución de la misma, los trabajadores tendríamos la opción de pasar a formar parte de la plantilla del Ayuntamiento y, quien no quisiera, se le abonaría la correspondiente liquidación.

P Pero en su caso, ni una cosa ni otra... ¿Por qué?

R En mi caso esgrimían que habría problemas al ser yo funcionaria del ayuntamiento de Sant Llorenç, dado que llegué a la Fundació mediante una comisión de servicios y no tenían claro que pudiera entrar a formar parte de la plantilla del ayuntamiento de Artà. Así que me dejaron cinco meses más (de enero a mayo de 2017) con la idea de ir cerrando los temas de la liquidación, mientras mis compañeros entraron directamente a formar parte de la plantilla municipal sin ningún requisito previo. Acordamos que me reincorporaría a consistorio llorencí para regresar de nuevo al teatro de Artà hasta final de la actual legislatura.

P Pero eso no ocurrió

R Yo sí me reincorporé a mi plaza de Sant Llorenç, mientras en Artà, se producía un cambio de alcalde de Tolo Gili de El Pi, a Manolo Galán del PSOE. El actual alcalde, alegando problemas administrativos, nunca ha llegado a firmar el decreto para que yo volviera mediante comisión de servicios y hasta 2019. Visto lo sucedido, creí que lo más correcto era pedir una excedencia del nuevo lugar de trabajo, ya que después de doce años estaba desfasada de las labores propias de mi plaza en las escoletes municipales, y así poder ponerme al día. Ahora estoy en excedencia hasta que me reincorpore en el ayuntamiento de Sant Llorenç.

P Llegado a este punto ¿Qué hace?

R Bueno, yo tenía un contrato de alta dirección y me correspondía una liquidación, pero el consistorio de Artà consideró que tampoco me correspondía, al tener otro lugar de trabajo en otra administración publica. Lo que resulta muy extraño, ya que yo llegué en comisión de servicios y en aquel momento los técnico municipales, por cuestiones de estatutos de la Fundació, consideraron que me tenían que hacer un nuevo contrato como interina para poder ejercer la dirección. Un contrato normal y corriente, sin cláusulas especiales de ningún tipo, que ha estado vigente doce años y en el que yo no tenía ningún derecho como funcionario. Desde secretaría siempre se me insistía que era un contrato diferente, de hecho me decían que no tenía derecho a productividad, ni a otro incentivos propios de un puesto de funcionario. Por lo que siguiendo los consejos de mi abogado he interpuesto una demanda para que se me liquide económicamente mi finiquito.

P ¿Qué cantidad reclama?

R Unos 60.000 euros. Aunque hay que decir que hace poco que he solicitado lo que me correspondía de productividad de los últimos cinco meses, una productividad reconocida a todos mis compañeros y que habían cobrado y también me la han denegado.

P ¿En algún momento imaginó que acabaría de esta manera?

R No, yo siempre creí las palabras de la regidora, que me decía que el personal pasaría a la plantilla del Ayuntamiento o se le liquidaría. Mi intención era poder llegar a un acuerdo aunque fuera de mínimos, pero aún sigo esperando que el alcalde Manolo Galán venga a tomar un café conmigo para hablarlo. Antes de poner la demanda agoté el plazo que tenía para hacerlo y lo hago porque si mi contrato no valía para tener las condiciones contractuales de los funcionarios del Ayuntamiento, ahora tiene que valer como mínimo para cobrar el finiquito.

P ¿Le quedaron temas pendientes a realizar en el teatro?

R Estos dos últimos años hubieran sido claves para dar el impulso final. Hay temas que han quedado parados, como es el del edificio. Yo era la persona que llevaba todo el peso del tema de la denuncia del edificio (la parte inferior del edificio tiene salas apuntaladas, sin poderse usar, mientras que hay un pleito pendiente del Ayuntamiento contra el arquitecto del edificio) y por lo que sé el tema está parado desde que me fui. Creo que estos años ha habido interés políticos para que permanezca en stand by.

P ¿Tras haber trabajado 34 años en la administración pública, ahora está en la privada. ¿Cómo ha sido la experiencia?

R Es un mundo totalmente diferente. Creo que las personas que trabajan en la administración pública, donde es necesario renovarte y no perder la ilusión de lo estás haciendo, deberían pasar una temporada en la privada. Algunos ayuntamientos todavía trabajan con una estructura piramidal, totalmente obsoleta que no funciona.

P ¿Se reincorporará a su plaza en el ayuntamiento de Sant Llorenç?

R No lo sé. Habrá que dejar pasar un tiempo para poderlo valorar.

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