Joan Lladó, director insular de Residus del Consell de Mallorca, ha comunicado al equipo de gobierno del ayuntamiento de Calvià que la mayor parte de los lodos que se tratan en la planta de compostaje de Costa de la Calma, causantes de los olores que provocan quejas de los vecinos, serán tratados en la planta de Palma cuando finalice la remodelación de estas instalaciones, sobre el mes de abril de 2019.

Según informó hoy el Consistorio, el anuncio se ha realizado en una reunión que ha tenido lugar en el Consistorio con la presencia de Andreu Serra, primer teniente de alcalde y presidente de Calvià 2000; Paquita Muñoz, regidora de Medio natural y urbano; Olga Granados, regidora de Costa de la Calma; Sonia Moragues, gerente de Calvià 2000, y técnicos medioambientales de las dos instituciones.

El motivo del encuentro era abordar la solución a los olores emanados por la planta de compostaje situada en Costa de la Calma, propiedad del Consell de Mallorca y que gestiona Tirme, que vienen provocando las quejas de los vecinos de la zona. En 2015, este centro dejó de procesar residuos orgánicos para tratar lodos de depuradora, cuyo volumen ha ido creciendo desde entonces. Además, los olores se han intensificado con las lluvias de este verano.

Tras varias reuniones previas con el Consell de Mallorca, Lladó ha informado que Tirme está remodelando su planta de tratamiento de FORM de Palma. Estas obras permitirán a este centro duplicar su capacidad y asumir los residuos que ahora gestiona la planta de tratamiento de Costa de la Calma.

En 2019, la planta de Calvià pasará a ser residual, si bien se contempla en el Plan director sectorial de residuos la construcción de una nueva planta en el 2023 para el tratamiento de materia orgánica generada en el municipio de Calvià. Estas instalaciones contarán con sistemas de desodorización y permitirán tratar la materia prima en origen, disminuyendo los costes de tratamiento para el Consistorio.