La casa impresionaba. No tanto por su estética, sino por los equilibrismos que parecía hacer para sustentarse sobre una afilada pendiente, dando la imagen de estar suspendida prácticamente en el aire. Esa vivienda, situada en la calle Eivissa número 19 (delante de las Illes Malgrats), acabó siendo derribada porque amenazaba con colapsar dado su mal estado de conservación. Pasado el tiempo, y demostrando que cualquier resquicio de la costa calvianera es apetecible para la promoción urbanística, ha arrancado un nuevo proyecto constructivo en este escarpado y vertiginoso terreno.

Según ha informado el departamento de Urbanismo dirigido por Marcos Pecos (PSOE), recientemente se aprobó una licencia para erigir en el lugar una vivienda unifamiliar con piscina, unos trabajos que aún no se han iniciado.

Lo que sí han empezado son los trabajos de estabilización del terreno. Aclaran estas fuentes municipales que la nueva vivienda que se proyecta no es una mera reconstrucción de la anterior, sino que se trata de otra casa diferente "adaptada a la topografía del terreno en cumplimiento de la normativa". En Urbanismo reconocen que la inestabilidad del terreno añade "complejidad" a la obra.