En la madrugada del lunes se produjo un importante episodio de lluvias que descargó una cantidad variable, dependiendo de la zona del municipio, con una media registrada en Pollença pueblo de 40 litros por metro cuadrado. Estas lluvias provocaron importantes desperfectos en la playa de Cala Barques, situada a la desembocadura de un torrente de elevada pendiente. La avenida de agua desplazó buena parte de la arena mar adentro, dejando al descubierto el sustrato pedregoso y rocoso.

Además, las precipitaciones de principios de semana provocaron un importante crecimiento de los caudales de los torrentes, especialmente del de Sant Jordi, por la aportación del Torrente de Ternelles.

El torrente desaguó de manera correcta, sin producirse atascos ni especiales problemas en los principales puentes, según informó el consistorio. La vegetación presente en el cauce no representó problemas según detallaron técnicos que ayer lo visitaron.

En cambio, en otros puntos del torrente donde es atravesado por caminos locales con pontones de poca capacidad sí que se produjo el desbordamiento, hecho habitual cada cierto tiempo. Estos días los operarios de Recursos Hídricos están retirando los álamos jóvenes que hayan podido caer para evitar su arrastre en lluvias posteriores. Los residuos arrastrados hasta el mar que se hayan depositado en las playas serán retirados en los próximos días.