"Ens movem cridant per una igualtat de drets dels infants" o "Escola nova ja!" han sido dos de los lemas que han encabezado la marcha de madres, padres y alumnos del colegio de Ses Comes de Porto Cristo en favor de un nuevo centro y como protesta por la situación de estrechez que sufren desde hace una década, y que ha ido creciendo con la acumulación de hasta cuatro aulas prefabricadas que ocupan el patio y parte de una calle adyacente.

A las nueve de la mañana miembros de la Apima y personal docente se han concentrado frente a la entrada de Ses Comes para, minutos más tarde, iniciar una marcha-protesta hasta la Junta de Distrito de Porto Cristo, donde la presidenta de la asociación de padres y madres, Aina Capó, ha entregado la petición de una solución efectiva a los problemas educativos de la localidad, al delegado municipal Joan Gomila, y a la concejala de Cultura, Antònia Llodrà.

La manifestación se produce tan solo unos días después del anuncio de la conselleria de Educación de acometer un proyecto de ampliación del CEIP con cuatro aulas nuevas para el curso 2019-20, con el compromiso además de construir un nuevo centro cuando el ayuntamiento de Manacor ponga a su disposición un solar donde edificarlo.

El responsable de Educación, Ordenación y Centros, Antoni Morante y la alcaldesa de Manacor, Catalina Riera, se reunieron este viernes para buscar un acuerdo que resuelva los actuales problemas de espacio "a medio plazo". Por un lado se ampliará el centro mediante una reforma que permitirá la construcción de cuatro nuevas aulas y la eliminación de barreras arquitectónicas, que tendrá un coste de 600.000 euros y que estará terminada para el próximo curso 2019-2020.

Hace años que el Ayuntamiento tiene en mente la cesión de un solar que permita a la conselleria de Educación la construcción de una escuela en Porto Cristo. Esta opción pasa por la compra primero de unos terrenos de 14.000 metros cuadrados de superficie, situados cerca del hospital de Llevant y que ya están grafiados en el futuro Plan General.