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Entrevista

Miquel Manresa ´Taconer´: "Nunca he tomado vino, ni ningún otro tipo de alcohol"

"Llevamos diez años sin labrar la tierra. Puede dar imagen de abandono, pero así aprovechamos los microorganismos"

Miquel ´Taconer´ frente a parte de su viñedo en es Camp den Ventura de Calonge. j. rigo

Miquel Manresa Taconer compró la finca de Son Alegre, entre Santanyí y Campos, en 2002 a unos alemanes a quienes se les había denegado construir allí una urbanización proyectada. En la finca antes hubo almendros, también una vaquería y ovejas. Era una finca de producción intensiva, donde se regaba por aspersión. Miquel, el nuevo propietario, poco después de adquirir la finca, empezó a sembrar algarrobos, olivos y viñas, todo ello basado en sus principios autóctonos y ecológicos. Además, dentro de poco saldrá al mercado un vino que se denominará Blai Bonet, en referencia al gran poeta de Santanyí.

P ¿Cómo se presenta la cosecha de este año 2018?

R Las condiciones de las últimas estaciones han ayudado a que la vendimia se presente con optimismo. En invierno hizo el frío suficiente y también llovió lo adecuado, la primavera fue lluviosa y en los meses posteriores las lluvias no han sido especialmente torrenciales como para perjudicar la cosecha, tal como nos pasó en 2017 con la granizada. La uva ha llegado en unas condiciones inmejorables y empezamos a recogerla, como es tradición, en la última semana de agosto, en las variedades de uva blanca chardonnay, giró ros, malvasía y viognier.

P ¿Qué variedades cultivan en Son Alegre?

R Tenemos las cuatro variedades de uva blanca que le he mencionado antes. Variedades de vino tinto tenemos el cabernet sauvignon, el syrah y el merlot, los cuales también se utilizan para elaborar vino rosado. Todos estos vinos son totalmente ecológicos.

P ¿Cuándo se puede decir que un vino es totalmente ecológico?

R Para conseguir que sea totalmente ecológico no utilizamos ni productos ni insecticidas químicos, ni productos sistémicos. Se permite en agricultura ecológica utilizar seis kilos de cobre por hectárea y por año, un poco de azufre para la cendrada, también caolín (una arcilla blanca muy fina que cubre la uva) y leche de vaca para que la piel de la uva se conserve mejor.

Por otra parte llevamos casi diez años sin labrar la tierra. Visualmente puede que dé una imagen de abandono, pero por otra parte no removemos la tierra en la capa de 30 centímetros para abajo ya que es donde se encuentran microorganismos. Crece mucha hierba, hay floraciones y eso atrae insectos. Para la biodiversidad a la larga se sale ganando.

P ¿Qué extensión está dedicada a la vid?

R Cuando adquirimos Son Alegre apenas quedaban unos cien algarrobos. El resto de árboles de épocas anteriores habían desaparecido, se había sobreexplotado el acuífero para regar la alfalfa y el agua salinizada había matado los almendros. En las últimas décadas sólo se cultivaban cereales. Supimos que muchos años antes en Son Alegre había viñas y por este motivo empezamos a sembrar vides.

En 2006 sembramos las primeras tres hectáreas de viña, tras comprar los derechos en la península con un 25% de penalización. Al cabo de unos años sembramos casi tres hectáreas más, donde se encuentra el giró ros y el viognier. Otras tres hectáreas de viña que habíamos sembrado el año pasado quedaron arrasadas por una granizada que cayó a principios de julio de 2017. A parte de la finca de Son Alegre, en Calonge sembramos en 2015 casi dos hectáreas de giró ros y callet, en el camp den Ventura.

P ¿Qué instalaciones para vinificar utilizan?

R Desde el año 2015 disponemos de nuestras propias bodegas en Calonge, y tanto lo que se produce en Son Alegre como lo de aquí lo vinificamos en mi propio pueblo. Anteriormente utilizamos las bodegas de Luis Armero, de la bodega Armero i Adrover de Felanitx, quien a parte de macerar, fermentar y producir nuestros vinos, nos brindó su larga experiencia, por todo lo cual le estamos profundamente agradecidos.

P Una de las particularidades es que dan a sus vinos nombres de topónimos y de personas muy arraigados en la zona

R Somos una empresa pequeña y puede que esta opción que elegimos sea un pequeño hándicap ya que cada año cambian las etiquetas de los vinos, con nuevos nombres y nuevos dibujos. Es una manera de dar a conocer a muchas personas, muchas de ellas de vacaciones en la isla, algo más de nuestra cultura local y nuestra particular historia. En diferentes idiomas, la etiqueta da una breve explicación del motivo de esta denominación.

En cuanto a personajes, a parte del Blai Bonet, etiqueta de este año, sacamos anteriormente el Pep Costa Picarol. En cuanto a topónimos, ha habido vinos dedicados a sa Penya Bosca, sa Porta Murada, Sant Andreu, es Faralló, sa Cala, es Pontàs, Saragall y s'Antigor, entre otros. Y también un vino, el Calonge 1715, referido al año de la batalla de Cala Llonga, cuando vinieron las tropas borbónicas.

P A parte de la vid, ¿Qué otros cultivos tienen?

R Poco después de sembrar viña, sembramos también en Son Alegre quince hectáreas con 1.500 algarrobos separados a una distancia de diez metros, que todavía son pequeños y cuyo fruto sirve para dar de comer a las 50 ovejas de que disponemos. Y poco después, antes de 2008, ya habíamos sembrado seis hectáreas de olivar.

P ¿Qué tipo de aceite producen?

R Se trata de la aceituna arbequina. Para prensarla la llevamos a la almazara de Sant Bartomeu de Sóller. No intentamos obtener una gran producción, que por supuesto es ecológica, sino que primamos la calidad, el máximo que la naturaleza nos pueda dar.

P Para finalizar, ¿Es cierto que no le gusta el vino?

R No sólo nunca he tomado vino, sino que nunca he tomado ningún tipo de alcohol. Tuve algún familiar que pagó las consecuencias del abuso de alcohol; desde muy joven esta experiencia me marcó mucho y me he mantenido en estos principios. Tanto el alcohol como el vino pueden ayudarnos a mantener el espíritu alegre, pero nunca debemos ser esclavos de estos líquidos.

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