Fornalutx celebra este viernes por la mañana el acto central de sus fiestas con el tradicional ‘correbou’ que, por segundo año consecutivo, se adaptará a los requisitos establecidos en la ley de toros a la balear.

Una de las novedades que presentará el encierro de este año es que el toro no será el mismo que el que lo protagonizó el año pasado, en tanto que el animal murió hace pocos meses. En principio tenía que ser el mismo cada año. La res mansa lo que sustituirá será proporcionada por la Associació de Criadors de Bestiar Boví de Raça Mallorquina, la misma entidad que en la edición de 2017 facilitó el toro que estrenó el ‘correbou’ adaptado a la nueva ley.

De acuerdo con esta norma, el ‘correbou’ saldrá a las 8 horas de la mañana de la zona del Mayol en dirección a la calle Tramuntana y el centro del pueblo, siguiendo el trazado que históricamente hacía el toro. El animal bajará por unas escalinatas que en la edición de 2017 hicieron muy peligroso el ‘correbou’ debido a la gran acumulación de personas, la intensa tormenta que se desató durante el festejo y por lo resbaladizo del suelo.

El toro irá atado a un cabestrillo, y no por sus cuernos como era habitual, y en ningún momento podrá ser maltratado, ni vejado, ni sacrificado.

Coronación

El ‘correbou’ tendrá su punto álgido en la plaza de España de Fornalutx, donde la joven Marina Antonelli le colocará una corona de laurel. Con este acto se dará punto y final al encierro con lo que el toro volverá al cajón con el que esta tarde tenía que ser transportado hasta Fornalutx.

Las entidades ecologistas y animalistas rechazan la celebración del ‘correbou’ y, como viene siendo habitual, se prevé su presencia durante el encierro.