El ayuntamiento de Lloseta ha decidido reforzar el dispositivo de vigilancia policial que se activará el próximo fin de semana con motivo de las fiestas patronales de la localidad del Raiguer.

El objetivo es evitar el consumo de alcohol por parte de menores y frenar el botellón callejero.

Para conseguirlo, la Policía Local incrementará el número de efectivos en la calle y contará con la colaboración de la Guardia Civil. La institutición municipal explicó ayer que el pasado fin de semana, con motivo de las primeras verbenas, ya se realizaron controles especiales con el resultado de más de veinte sanciones por consumo de alcohol en la calle.