Santanyí ya dispone de dieciséis desfibriladores nuevos y de última generación en sus instalaciones municipales. En total son trece aparatos interiores y tres más preparados para estar en espacios de exterior. Se trata de una actualización del material del que ya disponían las dependencias locales, y que ha supuesto un gasto de 21.659 euros.

Los nuevos equipamientos se han distribuido entre los edificios municipales y espacios públicos, como por ejemplo el Ayuntamiento, la Escuela de Música, las guarderías municipales, el Teatro Principal, los diferentes locales que utilizan las asociaciones vecinales y de personas mayores, las piscinas municipales, el polideportivo de Santanyí o la plaza de Sant Miquel de Calonge.

Además, en los próximos meses se llevará a cabo una formación específica a 50 trabajadores municipales para que, en caso de emergencia, puedan utilizar los desfibriladores sin problemas. La concejala de Salud, Maria Pons, ha mostrado su compromiso para que Santanyí continúe siendo un

municipio cardioprotegido: "Es muy importante para nosotros que todos nuestros vecinos estén así un poco más tranquilos".