Felanitx no quiere que las fiestas de Sant Agustí vuelvan a recordarse por el botellón y los actos de vandalismo ocasionados durante los últimos años en calles, comercios o viviendas particulares. Por ello el Ayuntamiento ya ha anunciado que cambiará por completo la fórmula de actos y ocio prevista para el próximo 28 de agosto de 2019, con el fin de parar una espiral que se ha ido agravando durante la última década, y que hace una semana dejó un rédito de doce comas etílicos, suciedad e incivismo juvenil.

"La evolución de esta jornada durante los últimos diez años nos ha llevado a una juerga masificada, en la cual los aspectos negativos ya sobrepasan los positivos", explica el equipo de gobierno local (formado por el Bloc, El Pi y PSOE) en un comunicado hecho público hoy en respuesta a las constantes quejas vecinales, sobre todo a través de las redes sociales. "La tarde del día de Sant Agustí debe ser completamente diferente. Ya no se trata de mejorar la fórmula actual, sino de buscar otra. La fiesta debe ser local, como la de la mañana y la verbena del mismo día", aboga el pacto.

El equipo de gobierno defiende sin embargo que el Ayuntamiento no organiza las fiestas puntuales de las que considera llega el posterior desmadre: "Organizamos una fiesta del agua para niños y niñas con asistencia de público familiar, mientras que una serie de empresas de restauración organizan fiestas de calle con actuaciones musicales, las cuales atraen a miles de personas de otros municipios, que muy mayoritariamente vienen a beber alcohol sin el más mínimo interés por Felanitx o las fiestas de Sant Agustí", y redunda en que "el ambiente que se genera propicia el incivismo y las faltas de respeto".

El ayuntamiento de Felanitx también incide dentro de la autocrítica, en la paulatina introducción, durante esta legislatura, de elementos de corrección con el fin de moderar los perjuicios de la masificación, como más afectivos policiales, un mayor control de las entradas al núcleo urbano, la distribución de hasta 64 baños públicos, un dispositivo de limpieza más exhaustivo (con un coste de 12.000 euros), el cambio de ubicación de alguna fiesta, campañas de concienciación sobre el consumo de alcohol y las agresiones machistas, un horario más restrictivo de las fiestas autorizadas.

Efectos limitados

"Estas medidas, sin embargo, han tenido efectos muy limitados", dice el consistorio: "el botellón generalizado y el incivismo de pequeños grupos se han apoderado de la jornada y han desdibujado la celebración de Sant Agustí", apunta la nota municipal.

Pero a pesar del punto negro que supone la resaca de la fiesta felanitxera, el equipo de gobierno hace un balance global positivo de las celebraciones veraniegas que se han desarrollado en las demás poblaciones que componen el municipio.